Política actual — 27 enero, 2023 at 12:49 pm

El juicio militar al político acusado de organizar una masacre de pollos para elevar los precios de este alimento, vital para entender cómo actúan los conspiradores

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Real Raw News ha publicado la interesantísima crónica del juicio militar a Brian Deese, director nada menos que del Consejo Económico Nacional, de la administración Biden. La importancia de la siguiente crónica radica en que, a partir de los testimonios de la conspiración para elevar los precios de los alimentos, podemos entender no sólo que ha sucedido en Venezuela, sino en otros países. Mucha atención.
Primero recuerda que este importante político fue detenido el pasado 5 de enero, después de ser investigado durante tres meses, acusado de organizar la subida de los precios del pollo y los huevos, al ordenar al Servicio de Seguridad Alimentaria (FSIS) el sacrificio de millones de pollos de granjas, bajo el invento de que había una epidemia de gripe aviar.
El pasado miércoles apareció esposado vistiendo el mono naranja en la sala del juicio, negándose a hablar e invocando su inocencia: «todo lo que hice o no hice fue para preservar la salud de los norteamericanos».
«Piense lo que quiera», le respondió el fiscal Crandall, «aquí usted no es más que un soldado de un ejército agresor» (en referencia a que era una juicio por alta traición).
Acto seguido, anunció la declaración del vicedirector de la Agencia antes mencionada, el Servicio de Seguridad Alimentaria (que fue quien realizó el sacrificio de millones de gallinas y pollos), de nombre Paul Kiecker, quien apareció por zoom desde otra dependencia militar, custodiado por un marine, obviamente, porque está detenido.
Kiecker reconoció que él y Deese conspiraron para elevar el precio del pollo y los huevos hasta tal punto que la gente tuviera que pagar precios desorbitados, o renunciar a esos productos de primera necesidad. «Los huevos son necesarios. Sabemos que la gente los va a comprar, independientemente del precio. Y sabíamos que con la escasez, subirían los precios. No piense sólo en los huevos y el pollo: hay un intento por parte de la administración Biden de privar a los ciudadanos de alimentos, y llevarlos hasta la escasez de Venezuela».
«Vayamos con su culpa, señor Kiecker», dijo el fiscal Crandall, «¿fue usted quien tuvo la idea o fue Deese el que se la propuso a usted?».
Kiecker culpó a Deese y dijo que tenía un plan cuando se le acercó a principios del 2022. «Necesitaba de nuestra agencia para que su plan funcionara. La esencia del plan es que nosotros, el FSIS, debíamos ir a las grandes granjas productoras de huevos para hacer inspecciones rutinarias. Les debíamos decir a los dueños que habíamos encontrado evidencias de que tenían la gripe aviar y que teníamos que sacrificar manadas enteras. Dependiendo del tamaño de la granja, estamos hablando de miles o decenas de miles de aves. Les dijimos a los granjeros que el Departamento de Agricultura les pagaría el valor de las aves sacrificadas pero no sabemos si ello sucedió o no», dijo Kiecker.
«Así que usted y su gente, mintieron a los granjeros, engañándoles para que creyeran que sus aves se habían puesto enfermas, haciendo que cayeran en bancarrota y sacándoles del negocio», le dijo el fiscal Crandall.
«Básicamente, sí», admitió el vicedirector de la Agencia de seguridad alimentaria.
«¿Y los inspectores de su agencia aceptaron sin rechistar estas órdenes?», preguntó el vicealmirante Crandall.
«Elegimos a los que sabíamos que dirían que sí, y les dimos una gratificación generosa», respondió Kiecker.
«Al margen de que apreciamos su colaboración, hasta ahora sólo se ha incriminado a sí mismo. ¿Además de su palabra, tiene alguna evidencia que implique a Deese en la conspiración?».
Mientras el almirante hablaba, Deese estaba sentado en silencio y sin expresión en la mesa del acusado.
«Solo los documentos que le he proporcionado ya», respondió Kiecker.
El Vicealmirante Crandall mostró al panel los mensajes de texto que Deese envió a Kiecker en junio del 2022. «Se están volviendo más listos, y nosotros tenemos que hacerlo también. Están contratando test independientes [de la gripe aviar, se entiende]. Tengo una idea y usted debe trabajar conmigo en esto. Vamos a comenzar a infectar aves», decía en un mensaje.
Kiecker contó que los inspectores de Seguridad Alimentaria inyectaron la gripe aviar a los pollos en las fábricas de huevos de Nebraska. Después dejaron tiempo para que el virus se incubara y se extendiera por la granja antes de realizar una inspección, cuando ya la gripe aviar había infectado a las manadas, y así legitimar el sacrificio de miles de aves.
[Si os dais cuenta, es igualito que hicieron con los yanomamis, y con los abuelos, inyectándoles el Covid en la vacuna de la gripe del 2019].
«¿Por qué consintió en seguir el plan de Deese? ¿Qué fue lo que le motivó?», le preguntó el fiscal a Kiecker.
«Brian me dijo que debía seguir las órdenes, y me dio 5 millones de dólares. Soy responsable de mis actos, y me arrepiento enormemente de lo que hice», dijo Kiecker.
El fiscal despidió al testigo y seguidamente puso el audio de una conversación entre Deese y el secretario de Agricultura, Tom Vilsck que fue ejecutado el pasado mes de mayo por ordenar la destrucción de plantas de alimentos. En una conversación del 5 de enero, Deese sugirió que agentes del Departamento de Agricultura visitaran las fábricas de pollos bajo la apariencia de «inspecciones rutinarias» y realizaran tests de gripe aviar. El ministro de Agricultura le respondió: «no es una mala idea pero es complicado que encontremos casos de gripe aviar», y Deese le dice, «por supuesto, los encontraremos. ÉL QUIERE QUE LO HAGAMOS»*.
En una conversación posterior, Deese le dice a Vilsack que ha encontrado la manera de que los huevos cuesten el doble en 2023. «A quién le importa si la gente se muere de hambre o quiebra, nosotros no vamos a sufrir las consecuencias».
El Fiscal Crandall pidió al Tribunal que sopesara las evidencias aportadas y los tres militares que lo componían no dudaron un momento al declararlo «culpable» y recomendaron que Deese fuera ahorcado por traición. El fiscal dijo que la horca estaba preparada en ese momento y Deese podría ser colgado en tres horas, Deese rompió su silencio gritando: «ese no es tiempo suficiente para que pueda apelar».
«Su derecho a la apelación se denegó desde el momento en que traiciono a la República», le dijo el vicealmirante.
Tres horas después, Deese colgaba de una cuerda.
El juicio de Paul Kiecker está fijado para el próximo 7 de febrero.

Paul Kiecker’s tribunal is scheduled for February 7.