Política actual — 22 abril, 2023 at 10:40 am

Los Sombreros Blancos detienen al comandante de las Fuerzas Espaciales, acusado de desviar 19.700 millones a Ucrania, sin permiso del Congreso (según Real Raw News)

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Más interesante e importante que la anterior es la noticia de Real Raw News de la detención del comandante en jefe de las Fuerzas Espaciales, nombrado por Biden sustituyendo al anterior (recordemos que Trump fundó este cuerpo), llamado Chance Saltzman, a quien se le acusa de haber desviado 27.000 millones de su presupuesto en ayuda a Ucrania.
La crónica recuerda que, al haber fundado este cuerpo, Trump lo llenó de Sombreros Blancos, gracias a lo cual algunos topos dentro de esta rama del ejército han confimado las informaciones (negadas por el ahora detenido) de que había desviado esta brutal cantidad de dinero, sin la aprobación del Congreso, por supuesto.
La información que dio pie a la investigación se ha desarrollado a partir de la interceptación de una llamada telefónica entre el asesor de seguridad John Kirby y el mencionado comandante de las Fuerzas Espaciales, en la que el primero le pregunta cómo va el proyecto de la actualización de las comunicaciones satelitales, previsto para enero de 2024. Saltzman le responde que va con retraso porque han tenido que desviar 19.700 millones para Ucrania, bajo órdenes del secretario de defensa, Lloyd Austin.
Al principio, los militares del cibercomando que interceptan la llamada creen que es una broma pero después escuchan a Saltzman pronunciar palabras de preocupación por si hay una investigación del congreso y no le han devuelto el dinero a tiempo, a lo cual Kirby le calma, diciéndole que si le preguntan sólo tiene que pronunciar las palabras mágicas: «es un projecto secreto».
«Espero que estés en lo cierto. Me prometieron protección», responde Saltzman.
Dado que a esas alturas los Sombreros Blancos ya habían detenido a varios altos cargos por malversación de fondos públicos con destino a Ucrania (ver pasadas crónicas), esa conversación generó una investigación militar para comprobar la veracidad de lo escuchado, por lo que el General Smith se puso en comunicación con sus contactos en la base de las Fuerzas Espaciales de Colorado Springs, donde Saltzman pasa la mayor parte del tiempo.
Sin embargo, los informáticos del cibercomando no lograron hackear el ordenador de Saltzman, debido a las grandes medidas de seguridad que tenía, lo que hizo sospechar todavía más a los militares de que escondía algo, por lo que Smith tuvo que recurrir a un «chivatazo» de un colaborador directo de Saltzman, quien confirmó que el pasado 10 de abril el ahora detenido envió varias transferencias por valor total de 19.700 millones a varias empresas armamentísticas como Raytheon y Lockheed Martin, con destino final a Ucrania, concretamente, la empresa Ukroboronprom.
La transferencia de esta importante suma no ha sido informada ni al Congreso ni a los medios de comunicación, por lo que es ilegal, y el General Smith convocó al Consejo Supremo de los Sombreros Blancos, puesto que hasta el momento no se había procedido a detener a un militar del máximo rango. El comandante de los Rangers opinó que una detención de ese nivel podría originar una venganza del Deep State contra sus fuerzas pero la opinión mayoritaria fue que se trataba de una alta traición y Saltzman tenía que ser detenido, misión para la que se ofreció el coronel de las Fuerzas Especiales Brent Lindemen.
Un día después, los soldados de Lindemen llegaron a Colorado Springs, donde estudiaron los movimientos de Saltzman durante varios días para elegir el mejor momento para detenerlo.
Ese momento sucedió el día 16 de abril, cuando aparcaba en un motel para encontrarse con una joven que no era su mujer. Al verse rodeado por media docena de soldados de élite, Saltzman creyó que lo hacían por saltarse el artículo 143 del código militar (que prohíbe el adulterio), pero al enterarse de que sería enviado a Guantánamo afirmó que «Biden no tolerará esto».
La crónica de RRN termina con estas palabras: «Saltzman es una desgracia para este uniforme y tendrá que encarar un tribunal militar».