El informe Fulford de esta semana contiene información interesante.
En su primera parte, afirma que, pese a las apariencias dadas por sus portavoces, la reunión del G-7 en Japón en realidad esconde la claudicación ante el poderío económico de China; en realidad, y detrás de los escenarios, están tratando de firmar la rendición ante el gigante asiático y, de hecho, emitieron un comunicado afirmando que no desean la guerra comercial con este país. Lo que sí hicieron es afirmar su compromiso con la ideología de género, exhortando a seguir apoyando al movimiento LGTBQIA+ (por lo visto, así es como se expresa ahora).
Después, comparte una serie de índices económicos que prueban la bancarrota de los Estados Unidos y que, para él, llevan a la declaración de quiebra este mes de junio (pocas horas después de aparecer el comunicado, el portavoz de los republicanos en el Congreso McCarthy claudicaba ante el gobierno Biden y consentía elevar el techo de la deuda, con lo que se salva de la quiebra).
Después menciona que la sociedad del dragón blanco pretende colocar al coronel McGregor al frente del ejército norteamericano, y unificar en un sólo país, Canadá y Estados Unidos.
Después menciona los artículos para destituir a las principales figuras políticas del gobierno Biden e, incluso, destruir al FBI, y menciona a fuentes de El Mossad (buenos) apuntando a que todos los políticos que siguen las órdenes del Foro de Davos sufren chantaje por parte de los amigos de Jeffrey Epstein, comenzando, como hemos visto, por Bill Gates.
También menciona las últimas declaraciones del jefe de la OMS en el sentido de que la movilidad internacional de una persona estaría supeditada a que «no ponga en riesgo la salud de los demás».
Por último, dedica unos cuantos párrafos (citando al coronel McGregor) a demostrar que la última derrota del ejército ucraniano en Bakhmut significa el fin de las aspiraciones de ese país, cosa que se niegan a reconocer muchos analistas bélicos, pero que están reconociendo casi todos los países vecinos de Ucrania, que ven cómo la ayuda militar y logística que les están enviando no ha servido para nada. Es en esas condiciones en las que se están produciendo las negociaciones para convencer a Zelensky de que renuncie y, de hecho, según cuentan, lleva varias semanas sin aparecer por su puesto de mando en Kiev.
El dato de los 81 países que pretenden unirse al BRICS se puede deducir, por tanto, que lo ha sacado de algún vídeo del coronel McGregor.
