Real Raw News ha resumido en una serie de tres largos artículos el juicio a Brock Long, el hombre al que Donald Trump colocó al frente del organismo que se ocupa de las emergencias en Estados Unidos, FEMA, que se resolvió con su sentencia de muerte el pasado miércoles.
Long se defendió de las acusaciones asegurando que siempre sirvió con lealtad al país y que los motivos que le han llevado a este juicio son todos infundios.
El Fiscal militar Crandall comenzó el juicio haciendo que trajeran al estrado una cajas rellenas de papeles y le preguntó al acusado si sabía lo que eran, a lo que contestó con una broma: «¿son los documentos secretos que se llevó Donald Trump?» (en refencia al asunto de hace un mes en Florida).
El Fiscal le volvió a preguntar si conocía las «listas rojas y azules», en referencia a unas listas, míticas en la esfera conspiranoica, en los que el gobierno secreto había catalogado a los disidentes en función de su peligrosidad. Al parecer, las citadas listas fueron recuperadas por las fuerzas del comandante Berger, cuando tomó el cuartel general del FEMA, en Mount Weather. «Su nombre aparece como la persona que autoriza estas investigaciones, el 7 de noviembre del 2018».
La lista contiene nombres y direcciones de un millón de personas consideradas «subversivas» o «potenciales insurrectos», ni terroristas ni delincuentes, personas normales cuyo único crimen es no ser complaciente con las medidas totalitarias de los gobiernos, siendo las personas en la «lista roja» las que tenían que tener mayor seguimiento, por su potencial subversivo.
[Es importante recalcar que desde el comienzo de esta batalla, 11 de septiembre del 2001, se había especulado con la asistencia de esta lista, y uno de los temas centrales de la primera década de este siglo en el área conspiranoica fue la existencia de unos campos de concentración dirigidos por el FEMA, donde se metería a los disidentes. Ahora, queda corroborado. Era cierto].
Después de nombrar a un anciano que estaba en la lista, el fiscal Crandall volvió a preguntar al ex jefe del FEMA por la existencia de esa lista, y Brock Long respondió que los militares la podían haber fabricado.
¿»Y la firma, también nos la hemos inventado?»
«En aquella época firmaba muchos documentos, puede que lo firmara sin siquiera leerme lo que ponía», respondió el acusado.
El Fiscal demostró que la lista comenzó a tejerse en la época de Jimi Carter, y que cada jefe del FEMA fue añadiendo nombres, hasta el punto que el hijo de Trump, Barron, apareció en esa lista ¡cuando tenía 11 años!
El Fiscal le preguntó directamente si pretendían meter en campos de concentración a los que aparecían en la lista roja, y el ex jefe del FEMA lo negó. Seguidamente, le preguntó por la coincidencia de que, nada más ser nombrado por Trump para su cargo, se añadieron a la lista los nombres del equipo del presidente que le había confiado la dirección del servicio de emergencias. Nuevamente, Long negó que fuera obra suya.
El Fiscal le dijo que el capitán de un barco es responsable de lo que hacen los marineros, y Long intentó escabullirse diciendo que el FEMA emplea a 20.000 hombres y él no sabía lo que hacía cada uno de ellos.
Acto seguido, el Fiscal le «apretó» todavía más. Le preguntó si era mentira que visitó a Obama tres veces en el año 2018 (cuando Trump ya era presidente, y él, jefe del FEMA) en compañía de su precedesor en el cargo, Craig Fugate, y le mencionó las fechas: 17 enero, 22 marzo, 12 mayo 2018. Long respondió que no lo recordaba, y el fiscal quiso recalcar que el acusado negaba que hubiera visitado la casa de Obama mientras Trump era presidente.
En la segunda parte de las crónicas del juicio al ex jefe del FEMA, Brock Long, se describe la aparición del primer testigo el segundo de abordo de Long, Dr Daniel Kaniewski, confirmado en el senado en 2017, y responsable del área de «preparación y respuesta para desastres».
Después de preguntarle si conocía al acusado, el Fiscal le preguntó si estaba al corriente de la existencia de las listas rojas y azules de disidentes.
Kaniewski quiso asegurarse de que no se le estaba juzgando, sino que acudía en calidad de testigo.
Como cumpliendo con un pacto previo, el Fiscal confirmó que no estaba acusado, sino que era un testigo protegido, que se había avenido a declarar a cambio de una conmutación de la pena.
Acto seguido, Kaniewski reconoció que había oído hablar de esas listas.
«¿Ha oído hablar de ellas? Es sorpredente porque el acusado asegura no tener conocimiento de ellas. ¿Qué es lo que escuchó y por parte de quién?».
«He oído dos versiones. Una dice que esos nombres son de personas que el FEMA tenía que tener controladas, ya sabe, aquellos a lo que no les gusta ni los políticos ni el ambiente político existente en el país, y hay gente que tiene armas y ha comprado munición. La otra versión es que todo corresponde a unos ejercicios de simulación».
«¿Y a quién escuchó esas historias?»
«Sinceramente, no recuerdo quién me lo contó. Probablemente fue más de una persona. Después de eso, le pregunté a Brock, el defensor, cuál era el pacto, y me dijo cuáles eran los roles en ese escenario».
«¿Recuerda cuando le contó esto el acusado?»
«Hace como seis o siete años. Creo que fue a primeros del 2018».
«Me parece sorprendente. Los foros de Internet están plagado de esos rumores desde que comenzó Internet. Sin embargo, tenemos a directores del FEMA que no tenían conocimiento, o sólo conocían vaguedades. Me deja perplejo».
«Le estoy diciendo la verdad», insistió Kaniewski.
«¿Le sorprendería conocer, señor Kaniewski, que su nombre está en la lista roja?».
Su jefe, Long, montó en cólera cuando el Fiscal mostró el papel donde aparecía el nombre de Kaniewski.
«Eso es una mentira», gritó, «Su nombre no está en la lista. Lo han falsificado».
El Almirante se encargó a Long: «¿cómo sabe usted que su nombre no está en la lista si no tiene conocimiento de ella?».
El Almirante Crandall le mostró a Kaniewski que su nombre fue añadido a la lista el 10 de marzo del 2018.
Entonces, Kaniewski se volvió contra su jefe, «¿por qué me hizo esto a mí, Brock?».
El Fiscal Almirante Crandall le dijo que no se dirigiera al acusado. «Usted no es tan especial, Señor Kaniewski, la base de datos contiene 1.450.327 nombres, en orden alfabético. Si él no le incluyó directamente, fue alguien a su cargo»
Después de despedir al testigo, el fiscal Crandall se congratuló de lo que acababa de pasar: una vez más, un miembro del Deep State, bajo presión, se autoinculpaba.
Seguidamente, mandó a la sala a Mark Knowles, un vicedirector regional del FEMA entre noviembre del 2017 y diciembre del 2018, momento en el que dimitió para buscar otras opciones profesionales, y que se autodefinió como una persona ambiciosa y sin escrúpulos, que discutió con Long en varias ocasiones sobre los beneficios para la sociedad de erradicar a la gente considerada «patriotas».
«¿Usted y el acusado son amigos?», le preguntó el Fiscal.
«Lo éramos».
«Por favor, explíquenos por qué está usted hoy aquí, testificando contra su amigo».
«Dije que éramos amigos porque prefiero pasar cinco años en Guantánamo que colgar de un árbol».
«¿Es el acuerdo que le hemos ofrecido».
«Si».
«¿Y por qué debería este tribunal aceptar su testimonio como un hecho»?»
«No debería, salvo que tengo recibos de todo lo que voy a decir».
El Fiscal le preguntó si vio al acusado en cada de Barack Obama el 22 de marzo 2018, acompañado del anterior jefe del FEMA, Craig Fugate.
Knowles contestó que sí, que iba en el coche con los otros dos jefes del FEMA ese día, que él permaneció en el coche mientras los otros dos entraban en la casa de Obama. El Fiscal mostró una foto tomada por Knowles de ese momento, en el que Obama y Fugate y Long se daban la mano, y le preguntó por qué sacó esa fotografía con su teléfono móvil, a lo cual contestó que «por si alguna vez me hacía falta».
El Fiscal le preguntó si se llegó a enterar de lo que hablaron, y Knowles le contestó que Long le contó que «querían joder a Trump». «Si hubiera varios tornados, detendrían la ayuda y le culparían a Trump de las víctimas. Y si les pillaban robando en las casas de los afectados, le echarían la culpa a Trump».
Después contó que tras terminar esea reunión, hicieron una reunión de líderes regionales del FEMA para preparar lo acordado en la reunión.
El Fiscal le preguntó si Trump conocía de esa reunión, y Knowles le contestó que no, porque Trump quiere acabar con el Deep State y el FEMA ES EL DEEP STATE PORQUE ES EL QUE CONTROLA EL DEPARTAMENTO DE SEGURIDAD NACIONAL, QUE ES LA BASE DEL DEEP STATE Y TIENE EL MAYOR ARSENAL DE ARMAS.
Después de esto, el Fiscal ordenó terminar el interrogatorio.
[Esta información es muy importante porque confirma, por un lado, que Obama es el que dirige el Deep State, y que el FEMA es el verdadero núcleo de la conspiración].
La tercera parte de la crónica del juicio al ex jefe del FEMA, Brock Long, se refiere a la sesión del miércoles por la tarde, en la que el Fiscal Crandall indagó en los acontecimientos vividos durante el huracán Harvey, que arrasó en el verano del 2017, y en el que algunos de los 5.000 miembros del FEMA destacados en la zona asaltaron y robaron las viviendas de los afectados por este desastre. Según relató el fiscal, por la declaración a su vez de Donald Trump, éste llamó a la Casa Blanca al detenido y le preguntó por su involucración en estos criminales actos, a lo que éste contestó que no sabía nada y, si era cierto, había sido obra de agentes incontrolables dentro de esta institución. En lugar de investigar los hechos, nueve horas después de la reunión con Trump, Long escapó a la Argentina, lo que prueba que se sentía responsable por los hechos.
Como prueba de sus mentiras, el Fiscal mostró al jurado fotografías de un barco del FEMA a donde se llevaban a personas que habían perdido sus hogares, y que posteriormente desaparecieron.
Después de todas estas pruebas, el Fiscal pidió la pena de muerte para el ex jefe del FEMA, que será ahorcado mañana lunes 10 de julio del 2023.
