Nueva crónica de Real Raw News cuyos detractores deben examinar para determinar cuál podría ser el objeto de inventarse algo de este calibre, y con tanta descripción.
Según esta crónica, los Navy Seals rescataron el pasado jueves a 15 niños que estaban secuestrados en cajas, en un muelle del puerto de Honolulu, Hawai.
En perfecta coherencia con el resto de crónicas sobre lo acontecido en Hawai desde que sucedieron esos incendios provocados, esta web de supuestas filtraciones militares recuerda que desde mediados de agosto los Navy Seals se han visto envueltos en diversos tiroteos con las fuerzas del FEMA y la Joint Force 5-0 del ejército, entre otras razones, a la búsqueda de 1.500 niños que no han vuelto a la escuela después del desastre, y que se sospecha que han sido secuestrados por las fuerzas del Deep State, pues no se han encontrado sus cuerpos en las fosas comunes halladas y no se tienen evidencias de que hayan sido tiroteados. Por su parte, las autoridades de Hawai aseguran que esos niños han salido del país o bien no han sido escolarizados este año, para justificar su desaparición.
Mientras tanto, los marines destacados en Hawai de paisano, han venido escuchando rumores en la calle respecto a que esos niños habrían sido llevados a los muelles del puerto de Honolulu, desde donde habrían sido vendidos a otros lugares para obtener adrenocromo.
Dada la cantidad de rumores al respecto, el General Smith tenía la «mosca detrás de la oreja» y por fin el miércoles dio credibilidad a una información que habría escuchado una señora en la calle, que dijo haber escuchado a agentes del FBI y del FEMA que iban a trasladar una docena de niños al muelle del puerto de Honolulu.
Acto seguido, llamó al jefe de los comandos de marines, que activó a su vez a un equipo de los Navy Seals para investigar el asunto, aún con la duda de si los niños ya habrían sido trasladados (dado que la información era del día anterior). Los marines se desplegaron en los muelles 39-41 en la madrugada del jueves, con la cobertura de un helicóptero OV-22 Osprey, para el caso de que consiguieran encontrar a los niños.
A las tres de la madrugada encontraron un almacén protegido por tipos vestidos con ropa militar de camuflaje. Utilizando escáners detectores de calor consiguieron detectar la presencia de seres humanos en el interior del almacén (sin especificar el número), mientras sus micrófonos parabólicos captaban la conversación de los aburridos guardias, que se quejaban por su pequeño sueldo por realizar la tarea. Dado que es completamente inusual que hubiera gente trabajando en su interior a esas horas, decidieron intervenir.
Dos francotiradores se subieron al tejado de un edificio colindante para tener buena referencia visual y el comandante del pelotón les indicó que quería uno vivo.
De repente, y en silencio, la cabeza de uno de los guardias estalló en sangre, mientras que el segundo se abalanzaba contra el comandante del equipo, que le tumbó de un puñetazo en el estómago.
El tercero se disponía a entrar en el almacén para resguardarse cuando una bala le entró por el cuello, matándole al instante.
Cuando los militares entraron, se encontraron 15 niños narcotizados, encerrados en cajas diminutas, que les contemplaban como si estuvieran viviendo un sueño.
Inmediatamente, el comandante del equipo pidió el auxilio del helicóptero, que tardó dos minutos en aparecer, subiendo a los 15 niños y al guarda detenido, al aparato.
En el análisis de sangre que se les practicó, se detectó que a los niños les habían infiltrado un antipsicótico.
El guarda detenido solo ha contado que pertenece a la empresa Academi (antigua Blackwater) y que había sido contratado para cuidar ese almacén, sin saber lo que había dentro.
El Comandante de los Sombreros Blancos habría afirmado que no pararán hasta encontrar a los restantes niños desaparecidos.
