(Continúa la noticia anterior). Me voy al vídeo recomendado por The Storm Rider de Kash Patel y me encuentro una entrevista de Steve Bannon a este importantísimo componente de Q en el que relata la infiltración del islam radical de Irán y Hamás en el gobierno norteamericano. Resumo. El asesor especial de Biden para temas iraníes, Robert Malley, fue suspendido de empleo y sueldo en junio de este mismo año porque está siendo investigado en relación al «mal manejo de información reservada», de acuerdo a algunos emails interceptados. En esos emails se prueba que ha estado financiando a organizaciones iraníes que intentan «influir en el gobierno norteamericano» (de acuerdo a información de The Storm Rider, estaríamos hablando de operaciones terroristas dentro de Estados Unidos). De acuerdo a esos emails, Malley habría colocado/infiltrado a la agente iraní Ariane Tabatabai en el departamento de estado y posteriormente en el Pentágono ¡nada menos que como jefa de gabinete del asistente del Secretario de Defensa para Operaciones Especiales! (léase, «terrorismo»). El pasado 16 de octubre, se publicaba que nada menos que el actual Director de Inteligencia del Consejo de Seguridad Nacional, Maher Bitar, que fue director de la organización «Estudiantes por la Justicia con Palestina», que recientemente celebró el ataque de Hamas contra Israel, fue fotografiado con el típico pañuelo palestino delante de una pancarta que denunciaba el «apartheid israelí». Según Kash Patel, este Maher Bitar es el que está dirigiendo la política de Oriente Medio de Biden (lo que choca con el tradicional apoyo de Estados Unidos a Israel). Para terminar, la agente iraní colocada por Robert Malley en el Pentágono, Ariane Tabatabai, en el año 2014 envió un email al por entonces ministro de asuntos exteriores persa, Mohammad Javad Zarif, pidiéndole permiso para visitar Irán, en calidad de ciudadana norteamericana. [Se entiende que en una visita en su calidad de agente infiltrada]. Esta mujer sigue trabajando actualmente en el Departamento de Defensa. En definitiva: el gobierno de Biden colabora con el islam radical, tanto chiíta como sunnita, con lo que la participación de Estados Unidos en el conflicto israelí se vuelve todavía más improbable.
YA LAS TENEMOS TRADUCIDAS AL ESPAÑOL.
