Política actual — 23 octubre, 2023 at 1:42 pm

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En el adelanto de su informe de hoy, el judío canadiense Benjamin Fulford da unas interesantes claves sobre el actual conflicto israelo-palestino, que encajan perfectamente con lo que otras fuentes que sigo, como The Storm Rider, está dando.
Coincide en que tanto Hamas como el gobierno israelí están controlados por las mismas personas, que son satánicos, y quieren crear la III Guerra Mundial.
También confirma las informaciones de The Storm Rider de que, al mismo tiempo de lo que vemos, se está produciendo una batalla subterránea (el informador ligado a Q asegura que se están destruyendo los túneles con los que se trafica con niños palestinos). Incluso Fox News ha contado que el ejército israelí está actuando contra los túneles construidos por Hamas.
Asímismo, se hace eco de las crecientes manifestaciones en Israel contra Netanyahu, sabedores de que él es el responsable de haberles llevado a la guerra, al haber permitido el ataque de Hamas.
Posteriormente confirma que el gobierno de Estados Unidos (era Bush) ha estado armando al de su mortal enemigo Irán, en secreto, por lo que, asegura «la mafia jázara que gobierna Israel está tratando de sacrificar a los propios judíos en otro holocausto, y echarle la culpa a Irán de ello».
Fulford dice haber hablado con representantes del gobierno iraní, que le han asegurado que no entrarán en esa guerra porque saben perfectamente que tanto el ISIS, como Al Qaeda, Hamas o Boko Haram son dirigidos, en la sombra, por los mismos satánicos. Según un analista ruso al que cita, el mundo musulmán respeta la existencia del estado de Israel, y no pretende eliminarlo.
Eso sí: aunque no se impliquen militarmente en la guerra, los países musulmanes van a presionar a Israel para que finalice su intervención, de una manera indirecta. Es decir, cortando el suministro de combustible tanto a Europa como a Estados Unidos (recordemos que, recientemente, Estados Unidos ha levantado el embargo del petróleo de Venezuela, señal de que está muy necesitado).
Por último, acaba diciendo que el recién nombrado presidente polaco, Tusk, es un agente alemán, y viene a decir que va a vender su tierra a los alemanes.