Si yo, en Madrid, me he despelotado de la risa al verlo, me encantaría ver las caras de los europeos al ver esta performance al hilo de una persona que cierra su cuenta en Bankia.
Por lo que tiene de irreverencia ante el Poder establecido (la banca) se merece un 10, pero, ¿qué tal, mis queridos activistas, si os atrevéis a decir de una puñetera vez que el dinero de las hipotecas nunca existió, ni tampoco el del rescate del Banco Central Europeo y que ese es el verdadero problema?