Os habréis dado cuenta de que estoy prestando poca atención, respecto a la importancia que tiene, a la invasión de Siria.
La razón es que, después de haber contemplado despierto las de Afganistán, Irak y Libia, ver cómo se repite el guión sin poder hacer nada, la verdad, me satura.
Comprobar cómo los periódicos del mundo vuelven a contar la misma mentira que ha servido de legitimación a los genocidios intestinos de millones de personas ¡comprobados! es algo que ya, sinceramente… ¡Es todo tan tan absurdo!
No era suficiente que hayan demostrado y reconocido que parte de los «rebeldes sirios» son militantes de Al Qaeda pagados por Arabia Saudita y Qatar; ni que se sepa que la OTAN ha metido elementos a través de las fronteras de Turquía y Líbano; ni que el gobierno USA diga abiertamente que van a financiar a estos grupos…
Ahora, cogen, y los «rebeldes» bombardean la sede de la ONU, la que supuestamente les apoya en su legitimación… Como hicieron en Irak, como hicieron en Libia.
De verdad, es todo tan absurdo, tan descarado, tan claro, que comprenderéis que a uno se le pasan las ganas de hablar del tema.
¡Ojo! QUE HOY MISMO RECONOCEN QUE LOS «REBELDES SIRIOS» HAN BOMBARDEADO LA SEDE DE LA ONU, Y ACTO SEGUIDO, ¡LA ONU MISMA DICE QUE SON LAS FUERZAS GUBERNAMENTALES SIRIAS LOS MALOS!
¿Entendéis por qué no hablo más de Siria? De verdad: es todo tan absurdo…