La Religión rastafari y el orden babilónico

El cantante jamaicano Bob Marley es reverenciado como uno de los iconos del rock. Pero, además de héroe del reggae, Marley fue el máximo difusor de una corriente espiritual, conocida como rastafarianismo, con una sorprendente historia detrás… Un profeta en el estricto sentido de la palabra.
En un principio, el rastafarianismo fue una religión eminentemente negra, no sólo vetada a los blancos, sino fundada en su oposición a esta raza. Su origen se halla en una profecía, popularizada por el pastor protestante, Marcus Garvey, y fundador de la “Asociación Universal para el retorno del hombre negro”, que preconizaba en los años veinte la creación de un estado en Africa para los negros que vivían en América y que tan sólo unas décadas antes habían sido liberados de la esclavitud. Estas palabras, pronunciadas en 1916 por el periodista Garvey, serían el germen del movimiento rasta: «Miren hacia África, donde será coronado un rey negro. Porque el día de la liberación está por llegar». A lo largo de la década de los veinte, Garvey esparciría por Jamaica la profecía de que la persona que llevaría a cabo este proyecto sería el 225º descendiente del linaje de Menelik, el hijo del rey Salomón y de la reina de Saba. El sería el encargado de liberar a la raza negra de la explotación económica del hombre blanco y quien reagruparía a los negros americanos en Africa, la Tierra Prometida.

Cuando en 1930 Ras-Tafari Makonnem fue coronado en el reino de Etiopía bajo el nombre de “Hailé Selassie”, muchos en Jamaica sintieron que el momento había llegado. Tiempo después, los jamaicanos rastas que deseaban “volver a Africa” iniciaron un movimiento para solicitar tierras en Etiopía con el fin de realizar sus asentamientos. Selassie se las concedería en 1961 pero, al igual que ocurriría en Liberia, la convivencia entre los negros africanos y los americanos no resultó como esperaban, debido al idioma y a las diferentes culturas en las que vivían.
Siempre con la vista puesta en las Sagradas Escrituras, los seguidores de Garvey creían (y creen) que el hijo supuestamente habido entre Salomón y la reina de Saba, Melenik I, establecía un vínculo entre Salomón, Jesucristo y el propio Heile Selassie. Esta conexión convertiría a los negros en los legítimos herederos de la tribu de Israel y, por tanto, en “elegidos por Dios”, dando la vuelta al tradicional racismo del hombre blanco sobre el negro. La idea era que, si los acontecimientos bíblicos transcurren sobre todo en Africa, donde apareció el hombre por primera vez, y el primer hombre fue “hecho a imagen y semejanza de Dios”, entonces, Dios debía ser, indefectiblemente ,negro.
Lo cierto es que, como bien explica el famoso periodista polaco Kapucinski, el reinado de Hailé Selassie poco tuvo que ver con la paz divina que le asocian los rastafaris y sí más bien con un ansia expansionista, imperialista y violento.
Tres líderes más, Leonard Howel, J. N. Hibbert y Archibald Dunkley, se encargarían de sentar las bases del rastafarianismo. En concreto, el primero dirigió un asentamiento en Jamaica a principios de los años cuarenta llamado “Pinnacle”, en el que los hombres, fijándose en las fotografías de las tribus etíopes y masais, comenzaron a dejarse el cabello largo, agrupado en trencitas y mechones de pelo intocados por el jabón, llamadas “rastas”. Ese estilo de peluquería hoy es famoso en el mundo entero con el nombre de “dreadlocks”.
A partir de ahí, las rastas o el clásico gorro con los colores de la bandera etíope serían una de las señas de identidad de los rastas, junto al consumo de marihuana para conectar con Dios/ Jah, derivación del término bíblico “Jevohah”, que es como aluden a la divinidad los rastafaris. En realidad, los rastas se consideran israelitas en el sentido más estricto del término, hablan de Sión como su patria prometida y su vocabulario está plagado de términos y conceptos bíblicos como Babilonia o Armagedón.
Durante los años cincuenta y sesenta, el rastafarianismo fue evolucionando en Jamaica como una doctrina religiosa-política, que incluía la integración de la población negra, el derrocamiento del poder blanco y la explotación económica a la que eran sometidos.

La llegada de Bob Marley
Sin embargo, no sería hasta la poderosa irrupción de una nueva generación de jóvenes músicos, comandada por Peter Tosh, Jimy Cliff y, sobre todo, Bob Marley, cuando el rastafarianismo se extendería por el mundo. La música tuvo la culpa y, particularmente, el joven mestizo de los suburbios de Kingston, Bob Marley (hijo de un capitán inglés judío y una negra jamaicana). Pero, si las crónicas son ciertas, quien primero utilizó ese nombre para referirse a la música reggae, aparecida fue en un disco de Toots & the Maytals llamado “Do the reggay” en el emblemático año 1968.
La fecha no es casual, porque el “rasta” jamaicano de por aquellos años era el equivalente al hippie norteamericano y, posteriormente, europeo; jóvenes urbanos desencantados de la vida política y religiosa que sueñan con una vuelta a la naturaleza y a la espiritualidad original. La marihuana será el vehículo con el que conectarán con las esferas donde se encuentra Jah. El joven rasta brasileiro, Aitao, lo explica así: “la marihuana fue puesta fuera del jardín del Edén, cuando el hombre pecó por primera vez, el supuesto pecado original, porque el pecado no existe, es solo un concepto. Pero cuando aconteció eso, Dios dejó bien claro que tenía una hierba que daría el conocimiento para todos los seres nuevamente, sólo que cada lugar tendría su hierba de poder, su alimento de conciencia”.
Eso sí, a diferencia de los hippies, su estricto seguimiento de la Biblia y de la Naturaleza les hace rechazar la homosexualidad y el aborto, así como comer carne y alcohol.
La música de Bob Marley, emanada directamente de Dios, según sus seguidores, catapultó el rastafarianismo a escala planetaria. Esto es lo que dice el sacerdote rastamán de la Guayana inglesa, André: “Bobby Marley es una simiente caída del mismo árbol de Cristo. Dios o Jah, o Alá, manda angeles para trabajar, eso es lo que se dice en las profecías. Bobby es un profeta que trae un mensaje, es difícil porque algunas personas no han conseguido sentir ese mensaje, aunque les gusta su música. El 99% de las canciones de Bobby son oraciones, hablan de las profecías y de la Biblia, de San Marcos… Por eso El está vivo hoy y no puede morir, porque sus palabras estaban antes de El y seguirán estando después de El”.
La expansión del reggae comenzó por el mundo negro, primero el y después su amada Africa, en la que sus conciertos del Zaire, de los años setenta, crearon una auténtica explosión de rastas, mezclándose con las religiones locales. Hoy día, el rastafarianismo está tan intrincado en Africa, que en su zona occidental se ha mezclado con el islam, venerándose a Marley como a un profeta, hasta el punto de que este cronista pudo escuchar vehementemente en Senegal que Bob Marley ¡era musulmán! Concretamente, en la isla de Goré, a media hora de Dakar, capital de Senegal, existe una comunidad rasta-islámica, llamada bayfall, en la que los rastafaris hombres (ortodoxamente es un movimiento masculino) conviven a la manera de unos sensuales Hare Krishna… Al margen de salir en procesión para pedir dinero, sacan cerveza a los turistas hombres y ligan con las turistas occidentales interesadas en el hombre negro. En Africa y América existen muchas comunidades así; su credo se mezcla en cada lugar con la religión dominante: cristianismo, islam, animismo…
Lo cierto es que, para muchos, el rastafarianismo no es una religión exactamente sino una corriente espiritual; el rasta siente una conexión directa con Dios, razón por la cual, puede practicar cualquier religión, ser cristiano, musulmán o judío. Para André, “el rastafarianismo es una forma de vida mística, un batir de corazón. Todo rasta tiene una comunicación, más allá de las lenguas o religiones, la del corazón, el batir del corazón es más importante que una lengua o una religión, que cualquier cosa organizada, porque Dios es uno. La sabiduría de Cristo, es la fuerza superior que controla este universo.”.
Los rastas de todo el mundo celebran el 23 de julio, la fecha de la muerte de Haile Selassie, “todos los rastas saben y se celebra en diferentes lugares del mundo. Se hacen fuegos para centralizar esa energía. En cada nación, también se celebra el 2 de noviembre, todos los rastas del mundo lo saben y están ligados”.

El rastafarianismo, hoy
Hoy día, la religión rastafari ha perdido gran parte de su componente racista y se ha abierto a los blancos, en buena medida, gracias a la música de Bob Marley, Jimi Cliff y Peter Tosh, entre otros. Aunque los rastas de Africa tienen fama de no admitir a los blancos, hoy existen rastafaris en todas partes del mundo, incluidas mujeres. Para Aitao Aché, “hoy el rasta es planetario: hay rastas japoneses, noruegos, italianos, brasileirio, de todas las razas. Aún existen rastas, en Jamaica, en Africa, por la esclavitud y la represión, que son ortodoxos y gritan muerte a los opresores blancos y negros. Si hoy en el mundo, la gente está pensando en igualdad y comunión, no se puede pensar que porque una persona sea krishna o rasta y blanco, está errando”. Rastas en Etiopía
Como hijos del mismo momento histórico, en las últimas década los rastas se han ido integrando en las “tribus del arcoiris”, los hijos del movimiento hippie o acuariano. Hasta tal punto, que las rastas y la marihuana son unos elementos más del mismo movimiento y existen rastafaris de éstetica de todas las razas, eso sí, en el sentido religioso más estricto, la mayoría siguen siendo negros. Como el resto de los movimientos acuarianos, los rastas creen que el Planeta está viviendo el Apocalipsis, la destrucción del orden antiguo que dará paso a una nueva era de paz. Tanto es así, que el concepto de Babilonia (tomado de la Biblia) es ya un vocablo normalizado para hablar del momento en que vivimos y del gobierno de los Estados Unidos en general sobre el mundo. También hablan del Armagedón como la batalla entablada por Estados Unidos en Oriente Medio.


Letra de “La canción de la Redención”, Bob Marley
Viejos piratas me cogieron
Me vendieron a un barco mercante
Minutos después me tomaron
Del fondo del hoyo
Pero mi mano fue hecha fuerte
Por la mano del Todopoderoso
Avanzaremos en esta generación triunfalmente…
Todo lo que he tenido son canciones de libertad
Por qué no nos ayudas a cantar
Estas canciones de libertad.
Emancípate de tu mentalidad de esclavo
Nadie sino nosotros puede liberar nuestras mentes
No tengas miedo de la energía nuclear
Porque nadie puede parar el tiempo
¿Por cuánto tiempo van a matar a nuestros profetas
mientras nosotros miramos tan tranquilos?
Algunos dicen que es parte del juego
Tenemos que completar el Libro (La Biblia)

Letra de “Por los ríos de Babilonia”, de Jimi Cliff
Por los ríos de Babilonia, aquí nos asentamos
Y lloramos cuando recordamos Sión
Cuando los malvados
Nos trajeron aquí en cautividad
Nos pidieron una canción
Pero, cómo podemos cantar la canción del Señor en una tierra extraña?
Deja que las canciones de tu corazón y las meditaciones de tu corazón
Sean aceptables a la vista esta noche
Por los ríos de Babilonia (lágrimas oscuras de Babilonia)
Aquí nos asentamos (tienes que cantar una canción)
Sí, nosotros lloramos (canta una canción de amor)
Cuando nosotros recordamos Sión (sí, sí, sí, sí).

Cuadro 1: ¿Fue Bob Marley asesinado?
Para muchos, la temprana muerte de uno de los grandes iconos del rock en el siglo XX sigue siendo un misterio. Aunque aparentemente se debió a un cáncer, la juventud y explosiva energía de Bobby, como le conocían sus allegados, no casa con esta versión.
Para apuntalar la versión conspiranoica, unos meses antes de contraer el cáncer, Bob Marley y su esposa fueron tiroteados en su vivienda por un escuadrón de la muerte. Aunque había balas por toda la cocina, donde se encontraban, ambos salieron milagrosamente vivos, aunque el icono recibó cuatro balas en las piernas y una que se alojó en la espina dorsal. En 1976, el gobernador de la isla Florizel Glasspole había ordenado la ley marcial para evitar derramamientos de sangre antes de las elecciones. El entonces primer ministor, Michale Manley, nacionalista jamaicano, pidió a Marley que diera un concierto, y éste aceptó, razón por la cual, esto le convirtió en un objetivo de los partidarios de la política norteamericana.
Las especulaciones de sus allegados acusan a Carl Colby, hijo del entonces director de la CIA, William Colby, que por aquella época era vecino de Marley. Sostienen que le inoculó la radiactividad en unas botas que le regaló y culpan de ello a la CIA y a la operación conocida como “Chaos” que pretendía acabar con los iconos más significativos del rock. Al poco tiempo de regalarle las botas, en el transcurso de un partido de fútbol en París, Marley tendría una caída. En ese momento se le manifestó un cáncer en el dedo de un pie y que se iría extendiendo por su cuerpo, dada su negativa a amputarlo: “rasta no permite la amputación, El dios viviente, emperador Haile Sellasie, rey de los leones de Judah, me curará” dijo al parecer.
Colby también estaría implicado en la persecución judicial de otro icono de los negros, el jugador de fútbol americano, O J Simpson. Su amigo Don Taylor publicó un libro llamado “Marley y yo” en el que asegura que, después del intento de asesinato, la CIA había extendido el rumor de que iba a acabar con Bob Marley. En los tres años siguientes a la detección del cáncer, Marley seguiría enfrascado en la música, dando conciertos, desoyendo los consejos de los médicos de que abandonara el trabajo.
El funeral de Bob Marley revistió honores de jefe de estado. Dicen que, cuando iba a ser enterrado, se desencadenó una tomenta eléctrica como jamás se había oído en Kingston. La temprana edad de su muerte, 36 años, contribuyó aún más a extender el aura de santidad aunque posteriores biografías le tacharían de machista y celoso, por su condición de polígamo.

Cuadro 2: Algunas claves de los rastafaris
El chamán rastafari, André, explica que un buen rasta: “no puede pensar en muchas cosas sino sentirlas, para pensar rastafari, tiene que leer la Biblia y seguir una serie de normas: no cortar su barba ni su pelo, ni comer carne, no tomar alcohol y amar a todos los seres humanos. Un rasta tiene una responsabilidad grande para ser una semilla en el mundo; puedes encontrar un rasta en cualquier lugar del mundo que come carne o toma ron, pero Dios es el juez y sabe quién es el verdadero”.
Muchos de los rastas son nómadas. Según Aidé, “Jesús fue nómada, Noé fue nómada, Salomón fue nómada. Todo aquel que es un profeta de Jah acaba volviéndose nómada porque siente la necesidad de llevar la Palabra por el mundo. En el fondo, todos los rastas son nómadas, porque todos tienen dentro esa aspiración de vida”.
En los últimos tiempo, la música reggae se está fusionando con la electrónica, algo que no está del todo bien visto para estos adoradores del sonido del tambor: “Todo es posible cuando sale del corazón, solo que como la gente cree en las profecías, está escrito que todo aquel que se pliegue a las máquinas, quien adore a la Bestia, se va a quemar”.

Entrevista con André, sanador y chamán rastafari
-El rastafarianismo es una concepción, un batir de corazón, las lenguas y las diferentes religiones un persona consigue centralizar la sabiduría de Cristo, es la fuerza superior que controla este universo. Todo rasta comunica con una comunicación, la del corazón, el batir del corazón es más importante que una lengua o una religión, que cualquier cosa organizada, porque Dios es uno.
-¿Qué es el rastafarianismo: una religión, una secta?
-Una forma de vida mística.
-¿Cuál es el rol de Bob Marley?
-Bobby Marley es una simiente caída del mismo árbol de Cristo. Dios o Jah, o Alá, manda angeles para trabajar, eso es lo que se dice en las profecías. El se hace carne, porque ese templo es su vehículo para trabajar, tiene un objetivo para vivir, recibir la gloria, por eso él no come carne, no toma cerveza ni ron, porque Dios dijo estas cosas. Tú puedes encontrar un rasta en cualquier lugar del mundo que come carne o toma ron, pero Dios es el juez y sabe quién es el verdadero.
-¿Es un profeta?
-Es un profeta que trae un mensaje, es difícil porque algunas personas no han conseguido sentir ese mensaje, aunque les gusta su música. El trajo su música, el 99% de las canciones de Bobby son oraciones, hablan de las profecías y de la Biblia, de San Marcos… Cada canción, por eso El está vivo hoy y no puede morir, porque sus palabras estaban antes de El y seguirán estando después de El. Un Rasta no anda en la vida, un Rasta vive, es una concepción dentro, que incluye su cabello, la marihuana.
-¿Cómo ve su relación con otras tribus espirituales?
-Nosotros somos uno, el Universo es Uno, con diferentes colores, diferentes flores: amarillo, azul, rojo… Detrás de esas diferencias aparentes, el Universo es Uno, porque Dios es Uno. Nosotros estamos aquí sentados, pero el latir del corazón de Dios es uno para todos nosotros: el sistema babilónico enseña falsas educaciones a nosotros.
-¿Qué piensa del sistema babilónico: cuánto piensa que va a aguantar?
-Poco, de aquí a una hora. El nuevo mundo traerá otra educación, con los residuos, consumo de alimentos naturales, sin televisión, con realidad, es una caja de la mentira. 32 naciones están aquí, juntas, sintiéndose una.
-¿Se siente un guerrero del arcoiris?
-Sí, yo ya vi todo de la manifestación del arcoiris.