Cuando nos encontramos a la espera de que se publiquen las conclusiones finales de la autopsia a los restos mortales del genial poeta, su chófer, Manuel Araya, ha apuntado al médico Michael Townley como el hombre que le puso la inyección que le mató. [Me cuentan que el tal Townley se hacía pasar por médico, pero no lo era en realidad].
Este hombre es el responsable de las muertes del canciller chileno Letelier (1976) y el General Prats y su esposa (1974) y, al parecer, investigaba con gas sarín y otras sustancias tóxicas que se inoculaban a opositores a la dictadura de Pinochet.
Townley trabajaba, evidentemente, para la CIA.