Hace un par de días, el ciclista Lance Armstrong afirmaba en Le Monde que las bolsas de sangre procedentes de la Operación Puerto (antidopaje) que se destruyeron pertenecían a equipos de fútbol españoles.
Sumidos en una monumental crisis, el Real Madrid y el Barcelona siguen comprando en el mercado de fichajes como si fueran los amos del Planeta. Ojito porque la burbuja del fútbol podría estallar en cualquier momento.