Cuando escribo estas líneas (lunes por la mañana) el absurdo atentado en un centro comercial de Nairobi (Kenia) se ha convertido en un secuestro, nadie-sabe-muy-bien-cómo (al menos a estas horas, nadie lo explica muy bien). Mi humilde explicación para que esta película se alargue es que no han conseguido el impacto mediático deseado y el vídeo con nuevas imágenes del 11-S podría emerger en los medios oficiales del Planeta (la visitadísima Periodista Digital, en España, lo recoge esta mañana).
Las bombas en las mezquitas e iglesias son la viva prueba de que la tribu de los Levi-tas (los banqueros) tratan a toda costa de que no se descubra el pastel del que viven desde hace 5.000 años (el oro que prometieron guardar en sus cofres ¡no está!). El nuevo Papa está causando un verdadero impacto, con declaraciones como ésta, claramente dirigidas a los sionistas: «hay que dejar de adorar al Dios-dinero«.
Si el momento que vivimos actualmente fuera un combate de boxeo, estaríamos en el punto en el que los púgiles acometen el asalto final y se lanzan a golpear al adversario con toda su fuerza, para tumbarlo: sólo puede quedar uno.
Coche bomba en Daguestán mata a dos personas, asesinado el líder de Al Qaeda en Siria e Irak.
Como os vengo comentando desde hace ya tiempo, la única opción que les queda a los sionistas para evitar que la Verdad les derrote, es sacar a todos esos asesinos con el cerebro lavado a la calle a pegar tiros y causar el caos. Eso es lo que están haciendo, por eso es tan importante el vídeo que podréis ver más abajo: por primera vez, una estación de TV (USA) entrevista a tres personas que están siendo víctimas del acoso por armas electromagnéticas (MK Ultra). Si tengo tiempo esta semana, lo traduciré.
La importancia de este vídeo (y de MK Ultra) radica, evidentemente, en que da explicación a estos asesinatos sin motivos que en estos apocalípticos tiempos pueblan el planeta.
Hace una semana, un ex soldado yanqui conseguía entrar en una base naval y liarse a tiros (muchas crónicas hablan de que no iba sólo, pero se han silenciado).
El caso es que el soldado ya ha comentado que oía «voces» y que había pedido asistencia psicológica para lidiar con esa esquizofrenia satánica que sin duda le ha llevado a cometer esa locura. En esta selección de noticias de Greg Grisham para investigar 11-S conoceréis bastantes datos interesantes, pero yo me quedo con que tenía un pase certificado de contratista para la Armada que le permitió el acceso al recinto y, sobre todo, que el equipo técnico para solventar ese tipo de acciones fue obligado a retirarse y dejar que el asesino actuara… Como ocurre siempre en estos casos.
Quien dio la orden de que este equipo táctico (de emergencias) se retirara fue ¡La policía del Capitolio!
¿Que por qué enmarco en exclamaciones «la policía del Capitolio?
Pues porque, curiosamente, en la película recientemente estrenada sobre ataque a la Casa Blanca («Asalto al Poder»: vedla!!), los terroristas entran en el recinto con un pase de contratistas (van a arreglar el sistema de cableado de TV) y el héroe es ¡un policía de Capitolio que quiere servir de guardaespaldas de Obama!
¡No me digais que no es «bonita» la casualidad!
Bueno, pues hay más.
Resulta que los satélites rusos que vigilan a la CIA, el FBI y la NSA detectaron unas «señales encriptadas electrónicas» el día que asesinaron al periodista de la revista Rolling Stone Michael Hastings (que estaba colaborando con Snowden en temas muy «sensibles») y a los dos policías de Los Angeles que investigaban, a su vez, su muerte.
Bueno, pues el pasado lunes 16 de septiembre, los satélites rusos detectaron la misma señal electrónica en el mismo área de la base naval donde Alexis cometió la matanza. ¿Os parece casualidad que el propio ex militar denunciara ante la policía de Newport (Rhode Island) que un tipo de microonda estaba penetrando su cabeza y emitiendo voces dentro de su cerebro?
Sin duda alguna, descubrir desde qué instancia del Gobierno Secreto se manejan estas armas de ondas o sonoras es vital para que el Golpe por la Libertad se pueda llevar a cabo, por fin, sin que los malos desencadenen el caos para impedirlo.
Dos son las posibilidades: el DARPA (Departamento de Armas Avanzadas), la NSA y la NRO (entidad que gestiona los satélites: imaginaos si es secreta, que no existe información sobre ella en español!!). Allí debería encaminarse el Ministro de Defensa Chuck Hagel si quiere desactivar a estos asesinos sin motivo.
Después de lo expuesto, seguro que comprenderéis la importancia del reportaje emitido recientemente en una cadena local californiana. ¡No os perdáis los anuncios sobre el Gran Hermano que han contratado en vallas publicitarias!
