Todavía tenemos que hacer actos como éstos para que salga en la TV lo que ya la mayor parte de la población sabe.
La razón está en que indiviudos como el actual fiscal general Eric Holder están ocultando datos que conectan a la familia real saudita con los Bush y la organización del 11-S como señala el agente de inteligencia Tom Heneghan, que también nos cuenta esta semana que Obama ha firmado una orden ejecutiva autorizando al propio Holder a dirigir el programa de escuchas de la NSA, dando, de hecho, otro golpe de estado.
Al parecer, el gabinete Obama prepara otro «rescate de la banca» que no hace más que venderse entre ellos sus inservibles acciones derivadas.
También relata que el hoy gobernador del estado de New Jersey, Chris Christie, tiene datos inequívocos de la participación de Arabia Saudita e Israel en los atentados del 11-S y que los militares le habrían dado inmunidad si lo revela: lo que ha ocurrido es que se ha desencadenado una campaña mediática en su contra.
Heneghan termina su último informe con una enigmática frase en la que dice que «los cajeros electrónicos de China, Singapur y Tailandia pronto sólo estarán basados en el dinar iraquí y la divisa tailandesa bath». [Hace ya tiempo que se comenta que el dinar iraquí está basado en oro…].