La península de Crimea, que fue regalada a Ucrania por el presidente soviético Jruschev, forma parte de la histórica Rusia y allí está estacionada una importante base naval del «oso del Este».
De acuerdo a información publicada por el sitio wahtdoeitmean, ayer mismo el comandante en jefe de las fuerzas armadas rusas Valery Gerasimov telefoneó al jefe de las fuerzas de la OTAN Philiph Breedlove, avisándole de que Rusia está dispuesta a defender a sus gentes en la península de Crimea, incluso si eso significa «la guerra total» con la OTAN.
Para ello, ha destacado a la brigada de infantes de marina 810 y 880, el batallón de asalto 881, el batallón de reconocimiento 888, la batería de artillería 1613 y la batería de defensa aérea 1619. Rusia no tiene necesidad de enviar fuerzas a Crimea por la sencilla razón de que tiene 26.000 tropas estacionadas allí permanentemente y como demostró con la crisis de Georgia, dispuestas a actuar porque varios tratados internacionales amparan su legítimo derecho sobre esa península.
Como quedó demostrado por la conversación telefónica interceptada entre el embajador USA en Ucrania y la subsecretaria de estado encargada de esa zona, ha sido Estados Unidos quien ha urdido el golpe de estado, habiendo el encargado de Rusia denunciado esta conspiración para derrocar al legítimo gobierno elegido en las urnas, colocando a la traidora Yulia Timoshenko. Como prueba, lo primero que dijo al salir de la cárcel fue que «Ucrania será parte de la UE» .
Los diputados ucranianos aliados de Rusia ya han anunciado que armarán a las milicias populares para evitar que Ucrania sea tomado por el movimiento gay y pedófilo, perdón, por la UE.