Pues sí, hace unos meses me dio por mirar en qué año creé la página web y me encontré con que fue en el año 2004. Cuando miré la fecha exacta (18-3-2004) recordé que fue el atentado del 11-M en Madrid lo que motivó mi «salida del armario» porque, como sabéis, una semana antes de que ocurriera, predije lo que sucedería con una exactitud (Al Qaeda-ETA cuando en realidad fue el propio estado) que todavía hoy sorprende. Aunque sé que no me va a ganar muchas admiraciones dentro de la comunidad new age, la situación exacta fue:
-Con los puños apretados hasta casi hacerme daño, dije en voz alta: «ahora sí que os vais a cagar, hijos de la gran puta», y acto seguido procedí a enterarme de los pasos a seguir para registrar el dominio «rafapal.com».
Había decidido llegar hasta el final de esta conspiración milenaria, armado de una sola arma: La Verdad. Estaba convencido (y lo sigo estando) que basta con la Verdad para traer un mundo de Paz, de Justicia, de Amor y de Armonía.
(Eso sí, hace falta que muucha gente sepa la Verdad: de ahí esta completa dedicación a la causa, que dura ya 13 años. Desde el 11 de septiembre del 2001).
Fue la rabia de haber anticipado el atentado y el sufrimiento de que esas decenas de personas perdieran la vida lo que hizo que me decidiera a dar el paso y llevar a cabo la labor que estaba realizando en la «clandestinidad» (con mi lista de correo y en el foro de ibrujula) a pecho descubierto.
Por eso el primer vídeo que grabé fue ese ya mítico «Así adiviné el 11-M» en el que me podéis ver ¡muy jovencito!
Bueno, aunque algún día (cuando esta pesadilla termine) espero publicar un libro con todas mis andanzas, creo que es hora de hacer un pequeño balance de estos diez años, pues el día 18 de marzo la página cumple diez años.
Es evidente que todavía no hemos conseguido la victoria real (que se termine la usura, vaya) pero en lo que se refiere a la credibilidad de estas dos partes (versión oficial-versión conspiración), claramente hemos ganado la partida. Los periódicos han perdido toda credibilidad y ya prácticamente se mantienen gracias a que los bancos no les hacen pagar sus deudas. La Red ha abrazado claramente la Ciencia de la Conspiración como la única manera de explicar la realidad en la que vivimos, y ello es válido para todos los ámbitos, desde lo que se consideraba izquierda o derecha radicales. Uno de los grandes triunfos estratégicos es haber conseguido que ahora esté bien visto «no ser de izquierdas ni de derechas» y lo contrario se considera «pasado de moda», propio del siglo XX. Hoy día, lo moderno y actual es la Ciencia de la Conspiración. A estas alturas, únicamente defienden ya la versión oficial las personas que tienen miedo a dar el salto, pero ya no se atreven a defender sus opiniones en público delante de un «científico de la conspiración» porque sabe que va a quedar muy mal parado.
En ese sentido, el juramento que hice aquel día 11 de marzo del 2004 ha quedado sellado, aunque, como es evidente, todavía esos conspiradores siguen en el poder e intentando que la gente les crea (cada vez más patéticamente, es cierto).
A nivel personal, continúo siendo un innombrable para los medios de comunicación oficiales, puesto que estoy vetado en todos, aunque evidentemente, la mayoría me deben conocer porque se escriben muchas noticias basadas en las mías y mis análisis de la coyuntura reciben ecos en muchos de ellos. La razón es sencilla: he conseguido salvar la trinchera derecha-izquierda y los lectores de esta web van desde un extremo del marco político hasta el opuesto. Eso es peligrosísimo para este sistema corrupto, que se basa, precisamente, en la división y el enfrentamiento entre los esclavos (es decir, nosotros). Si nos uniéramos, nuestra esclavitud desaparecería: por eso no me dejan salir en ningún medio de comunicación. Si eres de derechas o de izquierdas, tendrás tu sitio, pero si te mantienes Libre y con la Verdad y la Justicia como únicas banderas, serás un marginado.
Hace sólo unos días, me dio por entrar a alexa.com y me encontré con que mi web estaba la 34.000 del mundo y la 2.000 de España. La verdad es que me he llevado una pequeña alegría, aunque rápidamente se me pasa porque lo único que me vale es que esta pesadilla termine de una vez. Por eso me he dedicado en los últimos meses a analizar la religión levita (antes conocida como «judía»); porque sé que ahí reside la clave del problema.
Os preguntaréis como he conseguido que la página se hiciera famosa, pues básicamente con el boca a boca. Los inicios de la web fue una lista de correos de 300 personas (extraída de reuniones del ambiente espiritual-nueva era, que fueron los primeros que se atrevieron a escucharme) y después hice unas pegatinas como la que véis, y que iba pegando en las farolas y los baños de los bares; jajaja! En los primeros años, Bruno Cardeñosa, Miguel Blanco y Ribas me invitaron a sus programas, y por supuesto, unas cuantas apariciones en medios masivos venezolanos y chilenos, donde me fue mucho mejor. Al margen de ello, ha sido la Red, es decir, vosotros, quienes habéis contribuido a que el mensaje se extienda.
A todos: mi reconocimiento a vuestra valentía por haberos abierto a conocer la Verdad.
Aunque la situación (Ucrania) pueda parecer apocalíptica, hay señales (que contaré pronto) de que en realidad puede ser el momento de la resolución del problema.
