La aberración contra la naturaleza humana del movimiento gay se enseñoró ayer en el Festival de Eurovisión con la victoria de lo que en los carnavales de Cádiz se conoce como un «mamarracho», es decir, una patética imitación de una mujer.
Como os vengo avisando desde hace años que esto iba a ocurrir, no os debe sorprender demasiado esta apología de la transexualidad, aunque sí os sorprenderá ver a estos hombres disfrazados de «mamarrachos» por la calle, como ya he podido ver en Barcelona y Madrid.
Dado que hay una parte de la juventud completamente trastornada con la propaganda contra la naturaleza humana que nuestros captores disgregan entre los movimientos sociales, es casi seguro que algunos caerán en esa trampa.
La solución la dio mi amigo Greg Grisham cuando caminábamos por la calle y nos cruzamos a uno de estos esperpentos traumatizados.
-¡Que ya pasó el carnaval!, le dijo.
En fin, hoy nos encontraremos en Málaga y el martes en Jerez (mirar lugares y horarios a la izda), para comentar algunas cosillas de la actualidad, con la excusa de la presentación del libro La Historia Secreta de Hollywood.
Os dejo con otra de las pildoritas «Principios para un nuevo mundo» en la que me pregunto por la importancia de saber distinguir la importante de lo secundario…
Que todo vaya bien en Ucrania…