Ya os he contado en otras ocasiones, que mi vida en realidad son dos diametralmente opuestas: la soledad en mi piso de Madrid y la sociabilidad de mis viajes de presentación de los libros, en los que, al tiempo que me reencuentro con amigos que son ya casi como mis hermanos, tomo el pulso a la conciencia colectiva, en este caso, de España.
Dado que llevo ya más de diez años diseminando esta información por España en mis viajes, puedo comprobar cómo evolucionan las cosas, a través de las anécdotas y las vidas de las personas que conozco en estos lugares. Y también las mías propias, claro, mis propias sensaciones, mis propias anécdotas.
Ahí van algunas que me han sucedido en estas semanas.
Sin duda, una de las más sorprendentes ocurrió cuando llegué en autobús desde Granada a Málaga y veo, primero un grafiti del símbolo del Tao (enorme) y después varias pintadas con la palabra «Reptilians» o «Reptilians are hidden» (Los reptilianos se ocultan) aderezado por simpáticos dibujos de reptiles-dinosaurios. Cuando llego a la estación de Málaga me veo una gigantesca pirámide con el ojo Iluminati reptiliano; la misma que estáis viendo. Como sabéis, en Málaga aparecieron varias pintadas de «Investigar 11s» y esta misma web.
Mis amigos allí no saben quién hace estas pintadas pero acto seguido me llevaron a un tour para conocer estas pintadas que me llevan a afirmar que «Málaga es la capital hispanoamericana de la resistencia antirreptiliana», con la particularidad de que las hacen en inglés, sabiendo que a la Costa del Sol van muchos ingleses a veranear. Realmente, David Icke tiene que alquilar un apartamento ¡ya! (Espero mostraros más fotos de los grafitis en próximas semanas).
La hija de uno de mis mejores colaboradores y amigos me cuenta que uno de sus profesores es seguidor de mi web y ayer, ya en Huelva, Luisa me cuenta que a su hija su profesora de Sociales les propuso hacer un debate ¡sobre el Área 51! ¡Y es un colegio de monjas!
El otro día, esperando en la localidad de Dos Hermanas (Sevilla) un transbordo de tren, un chico le contaba a su ¿tío? quien era un señor llamado Nicola Tesla y su famosa bobina y su no menos famosa historia con Thomas Edison. Repito, estamos hablando de una cabecera de comarca, lo que demuestra que la información ya se ha diseminado enormemente.
En Granada, la noche antes de marcharme, Ana montó una fiesta en su casa en la que apareció una amiga suya con su pareja, que es director de sucursal de banco y que se estuvo defendiendo por el tema de las preferentes y acabó echándole la culpa al «Club Bimberger, o algo así» (decía), «que son los que manejan el mundo».
En el ámbito de las coincidencias, me han ocurrido unas cuantas bastante curiosas.
La mejor, cuando me monto en el tren de Cádiz a Sevilla, pensando que los asientos no estaban numerados y decido entrar… ¡por aquí! y sentarme… ¡aquí!, pero luego veo unos asientos enfrente unos de otros, por lo que había más espacio, y me adelanto uno. De repente, veo que tienen numeritos y digo: «ay va, que son numerados», agarro el billete, miro el vagón y justo estoy en el que marcaba el billete (4), miro el asiento (160) y me he sentado, no en el correcto sino en el de delante, es decir, el primero que me llamó la atención.
Ummm. Luego me quedo pensando en que probablemente mi inconsciente vio los numeritos (sabéis que nuestro cerebro procesa un 90% más de información además de la consciente) pero no deja de ser curioso que yo mismo me fiara de mi inconsciente para llevarme al lugar al correcto: ¡vamos, que mi inconsciente está bastante consciente!
Otra anécdota más: en la charla granadina apareció un gitano que resultó ser un excelente guitarrista y guitarrero sirio casado con una barcelonesa, y al que invitamos a la fiesta. Bueno, pues el día de la fiesta había quedado con una amiga dentista que me iba a arreglar un colmillo y, ¿sabéis a quién me encontré en el lugar donde había quedado? ¡Con Aimán, el guitarrista sirio! ¡Había quedado allí! (Mira que conozco pocas personas en Granada!
Por último, una buena noticia para los vascos que pensáis veranear en Andalucía este verano, ¡la película «Ocho apellidos vascos» os va a abrir muchas puertas para ligar! ¡Hice un requiebro con el tema en la feria jerezana y las bellezas se enternecían! Señal, por otra parte, del poder del cine sobre nuestras emociones. [Seguro que vamos a tener madrileños y catalanes imitando el acento de los vascos por las costas andaluzas este verano… jajaja].
Bueno, pues esta tarde en el centro Ananda de Huelva, calle San Marcos, contaré más anécdotas curiosas sobre el mundo del cine y después, repasaré la actualidad.
¡Nos vemos allí!
