Mi amigo Mario Turégano es uno de esos grandes personajes cuya amistad me honra desde hace casi ya veinte años.
Un artesano que ha cultivado la «sabiduría de la calle», con el que estuve recientemente asistiendo a su primer taller de construcción de un domo-cúpula geodésica: ya sabéis, la mítica estructura geométrica descubierta por Buckminster Fuller cuyo uso se ha extendido en el ambiente de las fiestas trance y que se está extendiendo como modo de construcción, para diferentes usos.
En el siguiente vídeo, resumí someramente el fin de semana de convivencia en una pequeña localidad de la sierra madrileña (Zarzalejo), mostrando algunas claves del asunto. Más info en midomo.es
Por cierto, en estas horas mi amigo estará recibiendo a su segundo «churumbel». Que llegue con las mejores bendiciones…