Hace sólo unos días, el enésimo chaval que, sin motivo aparente más que su odio a la sociedad que se lía a tiros en Estados Unidos, ha desencadenado el enésimo debate sobre la posesión de armas en aquel país, dejando de lado las enésimas evidencias de que la farmacología ligada a un sujeto deprimido, sumado a unos malos ejemplos paternos, son un cóctel peligroso. En este caso, y muy en la línea de lo que planteo en «La Historia Secreta de Hollywood» (en junio, lo presentaré en Gijón, Oviedo y Mallorca), el chico era hijo del productor de la película «Los juegos del hambre» que, casualmente, va sobre chicos que se dedican a matar a gente…. Umm, estoooo.
Alex Jones dedicó un reciente programa a este suceso, con llamadas de algunos oyentes que comentaron, por ejemplo, que el padre era, también, fotógrafo de pornografía, por lo que la equivocada idea sobre la mujer que el chico tenía (su frustración venía de que no follaba) bien podría venir por ahí…
Y ya que hablamos de asesinatos, cine (y coitos), un reciente libro sobre Marilyn Monroe ha revitalizado la tesis de su asesinato que un servidor ya planteó en esta misma web, y en los libros «Extraterrestres» (2009) y «La historia secreta de Hollywood» (2013). El libro quiere responsabilizar de su muerte a Robert Kennedy, supuestamente para acallar a la sex symbol que quería «irse de la lengua» (sólo es media verdad, la verdadera razón es que iba a hablar de Roswell).
El caso es que es una buena excusa para que se airee cómo Marilyn fue una de las primeras esclavas sexuales presidenciales. En este artículo en inglés conoceréis algunos detalles. El punto que más me interesa es la posibilidad de que los abortos que tuvo la infeliz actriz, en realidad hubieran sido bebés robados. Cosa que he detectado en las vidas de otras actrices, como Audrey Hepburn.
Como digo, en el libro «Historia Secreta de Hollywood» os cuento la verdadera historia secreta de Marilyn y amplío la información sobre el poder que los psiquiatras tenían sobre ella.
Lo presentaré en Asturias los días 6 y 7 de junio (Gijón y Oviedo) y en Palma de Mallorca (20 junio) y Muro (21 junio).