¿Os acordáis de que hace unas semanas os expliqué el origen de los acentos al hablar en base al clima y la pluviosidad del lugar?
Bueno, pues en este excelente vídeo que bucea en el origen de las músicas jamaicanas Ska, Reggae y Dancehall, veréis a uno de los componentes de los míticos Skatalites confesar que ellos adoraban el rythm and blues que venía de Estados Unidos (Fats Domino, Ray Charles, Louis Jordan) pero cuando lo imitaban… ¡les salía con otro ritmo! ¡Y así nació el ska!
¡Geniaaaall! ¡Su explicación es la prueba irrefutable de lo que decía! El clima jamaicano (y la forma de vivir que provoca) hace que al imitar un sonido de otro pueblo negro como el norteamericano, ¡inmediatamente el ritmo cambia!
El vídeo sigue la línea de los otros que os he ido poniendo, en el sentido que puedes rastrear cómo una música «A» influencia a otra «B» que a su vez influencia a una «C», lo que vuelve a influenciar a la primera… Y así sucesivamente.
El ska llega a Londres de la mano de los inmigrantes antillanos que influirán en las primeras hornadas del movimiento «mod» y «skin» con Georgie Fame a la cabeza y más tarde, con el exilio de Bob Marley, llegará el reggae que influirá en gente como Eric Clapton («I shot the sheriff»), The Police, The Pretenders y por supuesto UB 40, cuya música llegará a Estados Unidos e influirá en su cultura…
Cada vez estoy más convencido de que, por más que nos podamos liar con las estrellas y artistas de la música, los ritmos musicales humanos operan de la misma forma que los cantos estacionales de los pájaros y las ballenas, que como sabéis, cambian cada año.
Esa es mi tesis; y aquí veréis una prueba contundente al comprobar cómo los negros estadounidenses y los jamaicanos estaban creando dos estilos prácticamente iguales en el mismo tiempo: el hip hop y el dancehall. Dado que las condiciones durísimas de vida eran las mismas: la «solución» musical adoptada (la denuncia a través de la palabra) fue la misma. El «rapeado» sobre una base rítmica (en cada lugar, la suya, puesto que el clima es diferente).
De momento, quedaos con esta joya, en la que, entre otras cosas, encontraréis momentos tan brillantes (o delirantes) como cuando la monjita del hospicio de donde salieron The Skatalites enumera el talento de los rastas que la componían; cuando la BBC hizo una prueba a Bob Marley y dijo que no sabía tocar reggae; la extraña coincidencia de que el gran Jimy Cliff se marchó de Island Records porque no le hacían caso e inmediatamente llegó el genio Robert Nesta Marley.
Lo dicho, una joya. Otro día profundizaremos en el genio de Bob Marley porque, evidentemente, tiene su miga.