Curiosamente, fue el primer gran concierto (internacional) al que acudí, en el antiguo «rockodromo» de la casa de campo madrileña. Debía de tener 17 años y, en realidad, yo acudí a ver a los Burning madrileños, pero Frank Zappa era, sin duda, el cabeza de cartel.
El caso es que, aunque todo el mundo sabía que era un tío importante, una leyenda del rock, nadie sabía qué música hacía ni, por supuesto, había escuchado alguno de sus discos. Eso sí, nadie lo decía porque, en esto del rock, nadie quería quedar como un ignorante, como un «pringao». De hecho, el haber escuchado discos de Frank Zappa era una especie de pasaporte a un «escalón superior» en la erudición rockera. Zappa era el raro, el iniciador que «consiguió» no ser devorado jamás por la industria ni, por tanto, ser comercial.
Bueno, pues aquel día vi a Frank Zappa y me quedé (como tantos otros) con la boca abierta. Es decir, sin saber qué decir. Sólo hoy, tantos años después, puedo entender un poco su música. Sus canciones eran como collages de diferentes estilos, que podían empezar como rock, pasar a surf, heavy y más tarde a rock sinfónico… o música clásica. En realidad, el asunto es que Zappa parodiaba al rock, se reía de él y de sus clichés porque ¡estaba en California en 1965, antes de que estallara la revolución hippie! ¡De hecho, hay quien dice que sus freaks fueron el origen de los hippies!
O sea, que lo vio venir. Lo vio venir todo. Y por eso se reía. Porque Frank Zappa era un conspiranoico, por eso me resultó curioso recordar que fue el primer gran concierto al que fui: ¿una premonición?
Ahí residió su secreto. Zappa empleaba la ironía porque sabía lo que estaba pasando. Y si lo dudas, lee la letra de la canción «‘Im’m the slime» («Soy un pervertido») y fíjate cómo se ríe de la programación televisiva. Por no hablar de la pasada de «Jewish princesa» («Princesa judía», no apta para mentes sensibles, por eso os coloco el link y no incrusto el vídeo). Sólo con esas canciones entenderás que el verdadero secreto de Frank Zappa estaba en sus letras, su ácida crítica… unido a un virtuosismo musical, que conoceréis en el documental que os invito a misionar más abajo y en el que, por ejemplo, hallaréis a un consagrado guitarrista como Steve Vai confesar que el más grande que haya visto tocar era su maestro, Frank Zappa.
Otro de sus fans es un tal Matt Groening, creador de Los Simpson: ¿entiendes quién inspiró el sentido del humor de la famosa serie. Sí, Frank Zappa.
Por todo ello, ha llegado el momento de rendir un homenaje al inclasificable Frank Zappa.
