Espiritualidad — 13 octubre, 2014 at 10:03 am

Sobre la gente que desconoce el significado de las palabras que usa: MK Ultra a escala micro

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Estaba dándole vueltas a cómo nos han colado el gol de que el Yo (en latín «ego») es el origen de todas nuestras desgracias y confundiendo, por tanto, nuestro ser verdadero con la exageración del mismo que da origen a comportamientos (y palabras) como «Egoísmo», «Egocéntrico», «Soberbio» o «Ególatra», cuando identifiqué que el desconocimiento del significado de las palabras forma parte del mecanismo de control que hemos ido observando en los últimos años con la progresiva decadencia de la educación y los medios de comunicación.
Vamos, que una parte de la New Age es el resultado de este empobrecimiento del lenguaje que conduce a confundir «juzgar» (discriminar el bien del mal) con «prejuzgar» y «condenar» (sin elementos de juicio).
Aquella persona que desconoce el significado de las palabras que usa, en realidad no sabe lo que dice porque las palabras construyen los conceptos y de los conceptos se generan las ideas que profesamos; puede estar diciendo lo contrario de lo que quería decir o, yendo más allá, puede acabar pensando lo contrario de lo real, de la verdad (puesto que el lenguaje, de alguna manera, crea la mente). En otras palabras, puede acabar «tirando piedras contra su propio tejado».
¿A dónde nos lleva esto?
Evidentemente, al Proyecto MK Ultra, pero a escala individual; es decir, a través de los conceptos prefabricados y manipulados, la élite controla las mentes de la mayoría de la población hoy día.
¿A qué te suena si no, la expresión «perder el juicio»? (Perder la capacidad de discriminar el bien del mal). ¿Conoces la expresión «estar fuera de sí»? Se podría traducir como «no saber quien eres, es decir, cuál es tu yo, tu ego» pero también significa «volverse loco».
PD: No es obligatorio que andes con el diccionario todo el día, pero sí que investigues su significado original cuando se habla de «neoconceptos» «neolenguaje» y «conceptos new age»: el lenguaje coloquial y ancestral, el que nos han legado nuestros abuelos es donde, generalmente (no siempre) se encuentra la verdad y es en estos «palabros» raros donde generalmente reside el engaño. (Es una regla general, ojo, no taxativa, ¡ojo! hay que discriminar el trigo y la paja con «escalpelo», no a lo bestia).
PD 2: Mi propuesta es que, igual que ahora mismo hay una moda «retro» en las zapatillas deportivas, el vestir, las botas de montaña y la línea de los coches, comencemos una moda «retro» en el habla, recuperando modismos y vocablos de la época de Cervantes, Lope de Vega y Calderón de la Barca en una especie de acto psicomágico. Al recuperar esos vocablos tan precisos, recuperaremos valores como el honor y la lealtad que conducen a la unidad que se dio, por ejemplo, en Fuenteovejuna, tan necesario hoy día, y al mismo tiempo, nos quitaremos de encima la programación lingüística que los ingenierios iluminati han colocado en nuestras mentes.