Como ya dije, la credibilidad de esta organización se ha venido abajo, definitivamente, ante el fraude del calentamiento global de origen humano. Y ahora les dan con su propia medicina. Ved cómo unos activistas del «Comité para un futuro constructivo» hackearon el barco de Greenpeace con una pankarta, en su más puro estilo. Con esta acción, técnicamente, Greenpeace ha muerto. Cuando los activistas supuestamente radicales son hackeados por otros más radicales, su supuesta función ha dejado de existir. Los activistas de verdad ahora vamos en contra de los ecologistas por estar al servicio de los banqueros Iluminati. No volváis a confiar en un ecologista hasta que no pronuncie estas dos mágicas palabras: NICOLA TESLA.
Miguel Rix sí es un verdadero radical («que va a la raíz», según el diccionario): aquí os pongo su última canción «Esclavos, levantaros«.