Recordaréis que hace ya tiempo os hablé de la «Doctrina Botín«, el caso de corrupción en el Banesto por el que fue pillado «de marrón» el hombre más rico de España (con permiso de March) y que se libró gracias a que cambiaron la ley (para exculpar a Botín, se decidió que no basta la acusación popular para que haya juicio: si la fiscalía se inhibe, no hay proceso).
Ahora nos enteramos (o hace tiempo) que Garzón fue quien liberó al banquero… y al poco se fue a Nueva York financiado por éste (medio millón de dólares por organizar cuatro charlas: ¡No está mal, no?). Y nada más volver comienza con la Memoria histórica, pero se niega a investigar casos de fachas muertos a manos de los rojos (sólo al revés). Por eso le acusan de prevaricación: porque un juez tiene la obligación de investigar los crímenes vengan de donde vengan. No solo de un bando.
Si os contara lo que me contó ayer un amigo que a su vez le contó el director del centro de danza de Madrid… ¡Es tan fuerte que no me atrevo! (Pero empezar por investigar el apellido Garzón… Recordad una entrevista que hice hace tiempo al rabino de la sinagoga española… ¿Cómo se apellidaba?).