Hace unos meses, en una de esas tardes plagadas de creatividad, junto a mis amigas María Oeste y Clara Bueno, se me ocurrió que podríamos realizar unas “convivencias conspiranoicas” en un lugar muy bonito de la sierra de Madrid. Ya se me había olvidado hasta que me he acordado que esto que estamos viviendo en Sitges es, justamente, lo que mi mente creó aquel día… ¡Pero con una razón tan bonita como la venida de El Club Bilderberg a España! ¡Cuantas veces soñamos con Greg y el Hackbogado (recuerdos a ambos) tener a los amos del mundo cerquita! Pues aquí los tenemos.
Me he acordado también de que hace un año no pude hablar en el Congreso de Exopolítica ¡En Sitges! y ahora el Cosmos parece que me quiere resarcir de aquella decepción, restaurando la “línea del tiempo” y ofreciéndome una segunda oportunidad.
La profusión de noticias en todos los medios de comunicación españoles hablando del Club Bilderberg, sin parangón en la historia de este grupo, es tan asombrosa que sólo se puede decir una cosa: EL MOMENTO HA LLEGADO.
Algo ha pasado entre los medios de comunicación (y estamos especulando qué) que indica que se han dado cuenta de que teníamos razón. ¿La gripe A? ¿la amenaza de un crack económico en España? El caso es que se han puesto de nuestra parte.
El ambiente aquí es buenísimo. Como suponía, el nivel de la gente que se ha juntado es altísimo y os iré contando la gente que estoy conociendo y las ideas que están surgiendo. De momento, el gran fichaje es Carlos Angulo, que es webmaster de la web del líder republicano Antonio García Trevijano. Os contaré lo que está surgiendo de nuestras conversaciones. Pero hay mucho más.
La gran noticia de ayer, en la manifestación que reunió a 200 personas fue que, por primera vez en la historia, LA ULTRADERECHA Y LA ULTRAIZQUIERDA SE UNIERON. Así, como os lo digo. Entre los hippies, punkies, antiglobalización, guerreros del arcoiris, espiritualistas y gente con conciencia, aparecieron un grupo de… ¿skinheads de derechas? ¿nacionalistas españoles? Bueno, Esteban Cabal les dijo que no queríamos banderas allí (llevaban una catalana, otra de España y otra de Palestina) pero se les respetó que no la guardaran. Se colocaron al final de la marcha (eran media docena) y poco a poco se integraron, hasta que llegamos al punto en el cual no nos dejaban avanzar más, protegidos por los Mossos de Esquadra (policía autonómica catalana) en armonía con el resto, llegando a corear eslóganes sobre la banca sionista que todos coreamos.
Hace ya tiempo que soñé que cuando la ultraderecha y la ultraizquierda se unieran, se produciría un “herpes zoster” al sistema, que lo colapsaría, dando lugar al nuevo (y aquí entra el republicano con sus geniales ideas sobre cómo generar unas asambleas constitucionales por voluntad popular, desde las asambleas de distrito que os contaré otro día).
Solo por esto, por la cobertura mediática y la unión de la izquierda y la derecha, ya ha merecido la pena. Evidentemente, hay cosas en las que no estamos de acuerdo pero la discusión vendrá después.
Allí, en la rotonda protegida por la policía, agarré el megáfono y solté algunas cosas sobre las verdades ocultas. Me fui emocionando y, como suelo hacer siempre que puedo, me dirigí directamente a la policía (en realidad, la situación era muy jocosa porque estábamos hablando a la policía y a los propios medios de comunicación puesto que los Bilderberg, ni de lejos, los vemos). Les dije a los policías que ellos eran del pueblo, que deberían defendernos a nosotros y no a los banqueros, que les rebajan el sueldo y están pergeñando un crack económico. Dije que hay un artículo del código penal (281) que habla de “conspiración para alterar el precio de las cosas” y que se podría aplicar a los conspiradores. Y ya, cuando vi que al jefe de los Mossos se le humedecían los ojos, me dirigí a ellos y les previne sobre los acontecimientos que se estaban preparando y les pregunté si DISPARARÍAN CONTRA EL PUEBLO en caso de revueltas populares si llegara el desabastecimiento. Me emocionó tanto las lágrimas que casi se le caían al policía que casi me puse a llorar yo también.
Después, nos fuimos a cenar con esa elevación de la conciencia que producen las conversaciones conspiranoicas con conciencia y nos encontramos con un grupo de alemanes jovencitos, uno de los cuales, un negro rasta, se había colado por el monte por la parte de atrás para intentar fotografiarlos y dijo que si hubiera tenido un teleobjetivo lo hubiera logrado. Ya de broma, hablamos del absurdo de que nosotros, el pueblo, estemos pagando la seguridad (140.000 euros al día) de un grupo de elitistas ¡QUE QUIEREN HUNDIR NUESTRA ECONOMÍA! ¡y que encima no nos dejen sacarles fotos! ¡Coño, ya que les pagamos la seguridad! Y entonces dije:
-¡JODER, NI QUE FUERAN PENÉLOPE CRUZ!
Vamos, que si fuéramos a fotografiar a Penélope Cruz en pelotas, comprendería que se intentara cubrir, pero ¿acaso vamos a fotografiar a Rockefeller en bañador? Si no están haciendo nada malo ¿por qué no lo hacen abiertamente?
En fin, la intensidad es muy alta. Hoy intentaremos llegar por el monte a un lugar desde donde se les pueda fotografiar. Pero no os creais que esto es un trabajo. El sitio es cojonudo, tenemos la playa al lado, hace un tiempo de puta madre y la gente que se conoce es ¡alucinante!
Hoy viernes estaremos en la calle del Pecado de Sitges repartiendo panfletos y el sábado… el sábado… Llegará la oportunidad. Si queréis vivirlo, venid el sábado a la Plaza Cataluña. 5 de la tarde.
Seguiré informando.
Soy Feliz! Por primera vez, nos hemos unido y hemos salvado la separación izquierda-derecha.