Seguramente, de cuantos misterios nos llamen la atención en la actualidad (por encima de la Atlántida o los Extraterrestres) el mayor sea cómo es posible que el país más endeudado del Planeta tenga al mismo tiempo los dos clubes más ricos y pague a sus futbolistas más que ningún otro.
La solución a este indescifrable jeroglífico es que el fútbol es la llave para mantener lobotomizado al pueblo más rebelde del Planeta, de ahí que los bancos privados y las administraciones públicas mantengan subvencionado al fútbol español. (Porque se trata de España, obviamente).
Ayer os comentaba que en España se ha comenzado a librar una batalla entre la psicología MK Ultra de los Iluminati propagando el miedo a un dinero que no existe ni nunca existió y las ganas de vivir de los españoles. Bien, ahora sé cómo acabará esa batalla: con la ya denominada «guerra del fútbol».
Con este nombre se denomina en los círculos mediáticos a la batalla por los derechos de la Liga de fútbol profesional española entre el grupo Prisa-Bilderberg de Juan Luis Cebrián y Mediapro, el grupo mediático que Zapatero creó para contrarrestar el poder del enemigo Cebrián, y a cuya cabeza puso a un tal Jaime Roures.
El follón alrededor de los derechos es de tal magnitud que a mí mismo me cuesta seguirlo pero lo importante sucedió ayer, cuando Mediapro declaró «concurso de acreedores» (previo a la suspensión de pagos) al no poder hacer frente a un pago de 90 millones que le exigía PRISA-Bilderberg porque un fallo de un tribunal le dio la razón.
El caso es que sin ese dinero PRISA-Bilderberg no sólo no puede pagar a la Liga de fútbol su parte por los derechos del fútbol sino que su catastrófico estado financiero va a hacer difícil que el fondo de inversión americano Liberty ponga el dinero para su salvación pues, técnicamente, EL DIARIO EL PAÍS DE BILDERBERG está KO. Y si esta noticia os extraña, os cuento que la pasada semana la cadena Sexta contaba que el diario Le Monde ha declarado suspensión de pagos y el presidente francés, Sarkozy, dijo que no iba a ayudar a este periódico (ahora que caigo, yo creo que fue una indirecta para Cebrián pues La Sexta forma parte del grupo mediático Mediapro).
En suma, tenemos que la Liga BBVA (pues el deficitario BBVA patrocina la liga de fútbol) se encamina a su desaparición ya que no sólo los equipos están en quiebra (muchos de ellos, subvencionados por las cajas locales o los ayuntamientos de sus ciudades, también en quiebra) sino que los derechos televisivos del fútbol, principal fuente de financiación, están, como queda expuesto, en grave riesgo. Y eso sin contar que cuanto más se agrave la crisis, menos personas pagarán por el fútbol en TV…
Las consecuencias de todo lo que os cuento son muchísimas más porque hasta la producción de programas de entretenimiento y la propia TV caería irremisiblemente sin el fútbol profesional.
Me parece altamente sincrónico que «la guerra del fútbol» sea el final de esta sociedad del espectáculo que mantiene aletargada a media parte (por lo menos) de la población.
A ver si funciona hoy este vídeo que el otro día no rulaba. Es buenísimo.
