Mil millones en deudas, que los bancos se cobran dándoles publicidad gratuita: ¿es posible algún tipo de independencia en su línea editorial con ese lastre?
Estamos hablando del segundo diario español de ámbito nacional. El primero (El País) acumula unas pérdidas de 5.000 millones de euros… ¡Y aún así quiere comprar parte de Le Monde!
Juro que no entiendo nada de nada. ¿Cómo es posible que una entidad en bancarrota pueda continuar comprando?
Lo último de lo último es el apoyo estatal: empezad a contar páginas con publicidad de organismos oficiales con campañas gilipollescas y os daréis cuenta de que toda la Prensa es estatal.