Excelente artículo de El País sobre la dictadura de la igualdad y la mediocridad, que se ceba en el talento: para no soportar envidias, muchas personas ocultan sus cualidades. Algo muy habitual en el ámbito izquierdista, donde la igualdad es un valor absoluto y es habitual que la gente agache tanto los hombros (actitud típica del Síndrome Salomon) que acaban deformando su columna vertebral.