Hoy, antes de conocer los requisitos que el Ayuntamiento de Madrid pedía para realizar el acto por el final de los Secretos de Estado, consulté el IChing y me dio una contestación que no tenía nada que ver con lo que le había preguntado: «Desintegración». Fue cuando Susana, de Stop secretS Madrid, me contó las condiciones del ayuntamiento de Madrid para realizar la concentración cuando me di cuenta de que, en realidad, el I Ching me había contestado al acto del 10-10-10: «Las líneas oscuras están a punto de trepar hasta arriba y provocar la caída del último trazo firme y luminoso. No es propicio ir a parte alguna».
Está claro, después de la traición del gestor de la página, que el «mensaje» es abandonarlo; la oscuridad ha jugado muy bien sus cartas de la división, la insidia y la rumorología, hay que reconocer. Pero, dado que este Jaque era la última bala que me quedaba en la cartuchera, irremediablemente este abandono implica también una crisis personal, una crisis de «ver hacia donde tiro».
No, no os apresureis a decirme lo que tengo que hacer porque nadie más pilota el Avatar de Rafapal que éste que os habla. El libre albedrío es inexorable y el único (como os pasará a cada uno de vosotros) que se tiene que levantar cada mañana y decidir a qué dedica su tiempo, es uno mismo.
Sí, yo sé que todos los new ages estaréis encantados de que el destino me lleve al camino interior y a la esfera micro pero, insisto, si no nos unimos todos físicamente esto no va a cambiar y vais a seguir sufriendo los planes de los malvados que nos gobiernan. Lamentablemente.
A partir de ahora, miraré las cosas «desde fuera» por un tiempo. Es posible que realice algún viaje o quién sabe a qué me dedicaré.
Básicamente, me siento derrotado, aburrido de estar repitiendo lo mismo sin el fruto esperado, no veo la salida a este laberinto… Sí, en realidad sé que se esconde en esas dos mágicas palabras -Stop secretS- pero no basta con estar en Internet. Tenemos que salir del armario.
Hoy no es posible. Quién sabe si en otro momento… Puede que fuera demasiado pronto…