Monumental noticia científica que no sólo explica la especial conexión que reside entre madre e hijo sino que cuestiona por completo el aborto y la llamada «maternidad de alquiler».
Al parecer, las células de los hijos migran a la madre a través de la placenta, lo que explica que en las madres existan células masculinas y, al propio tiempo, que las hijas transmitan caracteres de la madre a la siguiente generación. Al parecer, quien extendió este descubrimiento fue Natalia López Moratalla, a quien podéis seguir en el blog La vida intrauterina.
Todo un hallazgo que pone en solfa el andamiaje de la industria del aborto y de parte de la reproducción artificial.
La ciencia parece despertar a las aberraciones que se están cometiendo en nombre del «progreso». Ahora demuestran que la madre segrega unas minúsculas moléculas con información genética durante todo el ciclo menstrual (salvo unos días), de manera que, deducen, «antes de la implantación del embrión, ya le está ‘hablando'».