Ahora está más que claro: la furibunda reacción de Arabia Saudita ayudando al ISIS (y al mismo tiempo, pidiendo clemencia a Putin) responde a que, después de liberar Irak y Siria, los ejércitos conjuntos del BRICS (creo que liderados esta vez por Irán, por ser musulmanes), marcharán a La Meca para liberarla de los sionistas wahabitas.
Leed lo que ha dicho el comandante en jefe de la Guardia Nacional iraní.