Hace más de una semana que el FMI debería haberse definido sobre la inclusión o no de la divisa china en su cesta de monedas, y todavía no hay noticia alguna. De hecho, salvo la declaración hoy de que China va a crear un área de librecomercio que rivalice con los tratados propuestos por Estados Unidos con Europa y Asia, hace días que no tenemos noticia alguna referida al nuevo sistema monetario.
En este caso y de acuerdo a mi intuición, «no news is good news» (Que no haya noticias es una buena noticia). ¿Por qué?
Si la moneda china hubiera sido rechazada, lo lógico es que se hubiera sabido inmediatamente porque los países del BRICS y no-alineados lo hubieran considerado una afrenta. El que no se haya pronunciado todavía (o que no se haya hecho pública) responde, a mi entender, a que antes de que los sionistas contesten de una manera fatídica en forma de atentados, se pretende dejar todos los pasos que se vayan a realizar, perfectamente delimitados. De forma que, cuando se anuncie lo que, de hecho, es el comienzo del reseteo, las medidas que se tomen sean tan consecutivas y decisivas que no haya respuesta posible para los sionistas.
Si estuviéramos en un combate de boxeo, sería el momento final en el que el vencedor desencadena una serie de golpes rápidos y contundentes que llevan a la lona, finalmente, al adversario.
Hay otro motivo para que el reseteo no se demore más: el enemigo puede reaccionar, como lo de hecho lo está haciendo, y recuperar países importantes como Venezuela y Argentina que han sido la punta de lanza de esta regeneración planetaria (en pocos días se celebran vitales elecciones en ambos países).
De prolongarse mucho más la situación, todavía se puede desencadenar una guerra total en Siria, pues Turquía parece que va a enviar 10.000 soldados a la zona para combatir a sus propios terroristas, mientras que Israel ha dejado a Fulford en mal lugar, al haber bombardeado las inmediaciones de Damasco hace un par de días.
En resumen: tras alrededor de dos años avanzando en la creación de las estructuras y herramientas para establecer el nuevo sistema monetario, estas últimas semanas del año son decisivas y deberíamos ver alguna noticia de gran calado.
Mucha atención a lo que sucede en las elecciones argentinas y venezolanas de los próximos días.
