Pues he pasado de Pakistán (Cachemira) al Tíbet (Dharamsala) en dos agotadores días de viaje. El lugar donde la comunidad tibetana se refugió en el exilio es un pequeño paraíso en los Himalayas donde espero recuperar la tranquilidad tras el sofoco de los largos viajes plagados de ruidos. Acabo de conocer a unos madrileños que vivieron la misma experiencia del viaje a Cachemira bajo el «consejo» de que no iban a encontrar billetes a ninguna otra ciudad durante esos días. Al parecer, un montón de extranjeros están pasando por Cachemira con el mismo pretexto. Vamos, que los familiares musulmanes han resultado ser unos timadores profesionales. Supongo que su excusa es la situación política tan complicada en la que viven (prácticamente en guerra) por lo que pocos turistas la visitan y tienen que atraerlos de alguna manera. Evidentemente, los momentos que he pasado están ahí pero la sensación de la mentira le deja a uno el regusto amargo.
Así es este fin de Era, queridos, la mentira puebla por el Planeta Tierra como primera moneda (dinero deuda) y es el único lenguaje que muchos comprenden. Gracias a que ayer viví un buenísimo viaje con el equipo de críquet de Cachemira, y hablamos y cenamos como auténticos amigos pero… ¡ay, Gulam! ¿Será por eso que te entró ese dolor de estómago al día siguiente de mi llegada? ¿las conversaciones que tuvimos acerca de Dios, de las religiones, de la mente y el sionismo afectaron a tu conciencia?
En fin, como digo, este es el mundo en el que vivimos actualmente. Es por cosas como éstas por lo que quiero destruir esta puta mentira. Realmente, así no merece la pena vivir, ¿no creéis? Si no puedes confiar en la palabra de los seres humanos, ¿de qué sirve la vida? Bajo mi punto de vista, para nada. Si vivimos en una mentira, es bastante mejor que se acerque el famoso Nibiru y lo destruya todo, ¿no?
Bueno, como digo he llegado al pueblo del Dalai Lama y aquí se respira otra atmósfera aunque los lamas tampoco me parecen nada especial, están pegados a su móvil y, como decía Osho, siguen un camino prefijado como los monjes de otras religiones. ¿Cómo te vas a iluminar imitando lo que otros hicieron si el camino de la iluminación es único para cada uno?. En realidad, respiro mucha más espiritualidad en España, la verdad.
Solo por terminar, he ido dando vueltas al asunto de la supuesta tumba de Cristo en Cachemira. Resulta que cuando Inglaterra divide la India en términos religiosos para darles la independencia y crea los estados musulmanes de Pakistán, al oeste y de Bangla Desh, al este, y deja la provincia musulmana de Cachemira (que parece Afganistán) como parte de la India. ¿Qué raro, no? ¿Por qué no se la dejó a Pakistán? Sí, bueno, tienen la seda, las alfombras, una parte de los Himalayas… ¿Habrá tenido algo que ver la historia de la tumba de Cristo en ese reparto? ¿Lo sabría la monarquía reptiliana inglesa? Lo dejo ahí por si alguno quiere investigar.
Pues eso, desde el Tíbet, informó Rafael Palacios, alias Rafapal
