No, esta vez no he sido yo quien se ha dado cuenta sino mi amigo Sardi, quien hizo algo tan de SENTIDO COMÚN como correlacionar el día en que se encendieron las luces navideñas en Madrid con el satánico «Black Friday».
Y la ecuación sale, por supuesto: el Black Friday es el culmen de la destrucción del espíritu de Navidad y la figura de Jesucristo, al «variarlo al negro» y transformarla en una fiesta satánico.
Con lo cual, de paso, claro está, queda bien claro quien convirtió la conmemoración por el nacimiento de Jesucristo en una apoteosis del materialismo, y el consumismo en sí mismo, y la obsolescencia programada.
Los mismos que ordenaron matar a Jesús obviamente.
Fijaos cómo hasta el diario ABC se ha dado cuenta de la sincronía.
