Seguramente, ha sido una de las noches mas inolvidables del viaje. El Templo Hanuman (del Mono) es famoso en toda India porque es donde supuestamente nacio el Dios Hanuman, el Dios Mono.
En lo alto de una empinadisima colina dentro del majestuoso paisaje de la zona, cuando se hizo de noche solo quedabamos los monjes, 50 monos y yo mismo. Antes de cenar, se celebro la tradicional «puja» (ofrenda) regada de canticos, musica de tambores y campanas, a mogollon. Fue entonces cuando pense que las campanas se senhalaban la victoria de la verdad y que el Mono (la risa, el juego) ha de ser nuestra manera de llevarlo a cabo. (Las campanas tambien serian muy importantes ese dia, pues hasta ahora las han tocado aquellos que han controlado nuestro tiempo, a traves de sus campanarios 12:60, y ahora que es el momento de Nuestro Tiempo, 13:20, las campanas las vamos a tocar nosotros!).
Imposible contaros la atmosfera que se vivia alli arriba, con los canticos del templo de Laxmi a lo lejos. Me quedo con el descubrimiento de que en esta cultura, cuando estan en pleno extasis religioso, su manera de decir nuestro «Amen» es YAEHOOO!!
Casi exactamente igual que los indigenas de Norteamerica!! Me parece una prueba definitiva de la relacion de ambas culturas, pues esta palabra tiene muchisima importancia: es un asentimiento casi religioso.
Pero hay mas: ayer lei un texto tantrico budista que empezaba con «Evan Maya» (igualito que una oracion maya mexicana) y en el pequenho Tibet vi un poncho exactamente igual que uno boliviano que me compre este verano en Inglaterra. Los propios tibetanos me comentaban que se sienten muy parecidos a las imagenes de los aymaras peruanos y bolivianos que ven por la tele.
PD: Por la manhana, el mono mas pendenciero se comio un trozo de la suela de mi zapatilla, pues habia que dejarla a la puerta del templo. Justo habia estado pensando en esa posibilidad durante algunso momentos… (Hay que tener cuidado con la creacion del pensamiento, y mas en estos dias en que la Nueva Energia entra con fuerza, Rafa!).
