Primer día en Ibiza y reencuentro con Kike y Bea, tras muchos meses sin vernos… y, como siempre, cosas mágicas vuelven a suceder.
Anteayer comencé a leer el libro de Estulin «Fuera de control» que, como siempre pasa con los libros del ruso, comienzo pensando que ya sé todo lo que me va a contar… y me vuelve a enseñar cosas que desconocía. Como habla de la India y Cachemira, me acuerdo de Kike, y pienso enseñarle alguna de las cosas que cuenta Estulin: decido llevarme el libro.
Ayer por la mañana, haciendo la maleta (sólo te dejan meter un bulto) e intentando llevar el menor peso posible por si tengo que traerme libros a la vuelta, me quedo mirando el libro («me lo llevo, no lo llevo») y por fin decido desconectar un poco del mundo conspiranoico y lo dejo en casa.
Por sincronías del destino, Kike está volviendo de uno de sus viajes como guía y resulta que vamos a Ibiza en el mismo vuelo (hay cinco a la misma hora) y, cuando nos encontramos entre largos abrazos, me dice:
-Mira, estoy leyendo un libro que me he traído para que leas algunos capítulos porque te va a gustar.
¿Sabéis qué libro era el que había traído para mí?
En efecto: «Fuera de control» de Estulin. Y que conste que Kike está a otros temas más de la conciencia que al conspiranoico (por cierto, que me contó unas cuantas cosas por damnificados por Enric Corbera que han acabado de certificar mi teoría).
El caso es que por la noche (después de la presentación del libro ejercida por uno de los factótums del blog «Strambotic» que, para la sorpresa de muchos, es mi amigo desde hace 25 años Iñaki, con quien comencé en el mundo de internet), y tras muchos meses (creo que desde febrero), me fumo unos ínfimos «cigarritos de la risa» y, dado que estoy tan poco acostumbrado, y con las delirantes aventuras de Kike (voy a crear un programa de TV dedicado a los viajes y comenzaré con él), la glándula pineal se me abre en canal y empiezan a surgir ideas, proyectos… (Después de conocer la anécdota del libro de Estulin os haréis una idea de cómo fluye la comunicación entre mi «hermano» y un servidor).
Entre conversaciones del mundo paranormal, me viene a la cabeza el mensaje que me envía Richard desde Venezuela diciéndome que la oposición sólo ganó 400.000 votos más que en otras ocasiones y lo que en realidad sucedió fue que muchos chavistas esta vez no fueron a votar. Luego recuerdo la sorpresa que me ha causado la actitud de Maduro que sigue diciendo que no va a liberar a los saboteadores de la oposición y me quedo pensando en que: una de dos, o Maduro es el tío con los huevos más grandes del mundo o tiene un as en la manga. Que juega sobre seguro.
Y entonces se me ocurre una idea «estrambótica» y es que el pueblo venezolano, harto del sabotaje infantil de la oposición que dura 14 años, haya decidido hacer como con el niño caprichoso que no deja de lloriquear:
-«Bueno, pues ahora vais a dejar de «dar por culo» y vas a gobernar para que, cuando milagrosamente y de repente desaparezcan los desabastecimientos, quede claro que erais vosotros quienes los realizabais. Y por supuesto, que lo que pretendíais era vender el país a fuerzas extrañas».
En definitiva, que los venezolanos van a dejar en evidencia a los piratas.
La tesis ultraconspiranoica (que apoyaría la aparente seguridad de Maduro) es que tiene conocimiento de que el reseteo está en marcha y, por supuesto, esos acuerdos mundiales están por encima incluso de quienes gobiernan a los gobernantes de la oposición.
O sea: que habrían decidido rebajar la tensión, regalando una victoria a la oposición (no sé si conscientemente, o simplemente, en el plano del inconsciente colectivo).
Dos detallitos más al hilo de todo esto: en su despedida, Cristina Kirchner hizo alusión a la conspiración masónica («los de la escuadra y el compás») y el otro día murió ahogado en la Patagonia, el conspirador Tompkins, dueño de la empresa de material de montaña.
Nos vemos el domingo por la mañana en el Centro Fisioquiros de la Avenida España 93 de Ibiza.