En estos días en los que se están analizando desde todos los puntos de vista posibles el resultado de las elecciones españolas creo que hay un elemento en el que todavía no se ha incidido (lógicamente, porque la prensa está afectada, como veréis).
Ese elemento no es otro que el rotundo fracaso que el 90% de los medios de comunicación españoles han cosechado al satanizar durante el último año a Podemos y la evidente campaña de persecución contra todos sus líderes (y apoyos, como Tania Sánchez), al tiempo que elevaban a las alturas a Albert Rivera y Ciudadanos. El hecho de que 4 millones de españoles le hayan otorgado su voto es prueba de que una buena parte de la población ya no está gobernada por esos medios de comunicación, lo cual, obviamente, tiene unas grandes consecuencias para el sistema político que, como sabéis, se basa en la verdad mantenida por esos medios de comunicación.
A estas alturas, no sólo el PP y el PSOE deben estar reflexionado seriamente sino la propia prensa, que ha cargado contra un movimiento que, muy probablemente, manejará el destino del país en los próximos años (si es que queda país, obviamente).