Aprovechando que voy a Cuba… acabo en la Antártida, con los pingüinos. La absurda noticia publicada por RT del patriarca ortodoxo orando en una iglesia en la Antártida entre pingüinos adquiere sentido cuando nos enteramos de que la armada rusa había llevado allí previamente el arca de Gabriel hallada en La Meca (recordad la noticia) para realizar un ritual mediante un pergamino que, a su vez, le había legado el Papa Francisco, para después «enterrarla bajo tierra».
En esta realidad que parece de ciencia ficción, nos quedamos con la duda de cuál fue el verdadero objetivo de ese ritual, aunque los continuos rumores de la existencia de una civilización interna en el Planeta nos pueden llevar a conclusiones sin duda del comienzo de una era, y más con la noticia que publicaré más arriba en unos minutos.
