Como habéis ido comprobando a lo largo de estos años, una vez que uno conoce el mecanismo mediante el cual operan los Estados -bajo el cual se ocultaron las élites babilónicas tras las falsas revoluciones democráticas- todas las piezas del puzle encajan.
Ayer, en Estados Unidos anunciaron el «suicidio» de la madame de Washington por antonomasia Deborah Paltrey, y hoy todos los diarios del mundo reproducen la misma cantinela obviando la información que aclararía el caso. No sólo ella había afirmado que una de sus putitas muertas de un supuesto suicidio había sido asesinada sino que ella misma había aventurado que la matarían y simularían un suicidio.
Los modus operandi de la élite de degenerados reptiles que nos gobiernan son tan similares que uno puede colocar a las mujeres mejicanas de Ciudad Juárez o el renombradísimo caso de las niñas de Alcásser (Valencia, España) y encontrará los mismos elementos para resolver el caso.
Para nuestros lectores latinoamericanos, las tres niñas adolescentes fueron asesinadas cuando iban a una discoteca en 1992, y la culpabilidad recayó en tres delincuentes comunes de poca monta. Curiosamente, el supuesto asesino fue el único que escapó en una rocambolesca historia que aún no se ha resuelto.
El documento que podéis descargar aquí caso-alcasser-desvelado.doc, o ver desde el siguiente link es una conversación entre dos ex altos cargos de la Guardia Civil y la Policía Nacional españolas (o los servicios secretos) involucrados en su día en la investigación en la que el autor ha omitido los nombres que pudieran compremeterle.
La existencia de unos fondos que habrían servido para pagar a los familiares de los acusados a cambio de incriminarlos, así como la evidencia de que las investigaciones fueron paralizadas cuando los policías llegaban «muy alto» nos lleva, una vez más, hasta las reuniones de las élites gobernantes (banqueros, empresarios) y, de acuerdo a lo que los ex policías dejan entrever, hasta el mismísimo Jefe del Estado español, Juan Carlos Borbón.
Al parecer, las monterías en las que se reúnen estos psicópatas terminarían en unas orgías con adolescentes y niños, con asesinatos incluidos. Ese habría sido el triste final de las niñas de Alcásser.