General, Salud — 13 febrero, 2008 at 10:59 am

Khat y Agreal: así se promocionan los nuevos fármacos/drogas

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pict0058.JPG No viví el momento preciso de la introducción de la heroína en España, pero estoy por asegurar que fue algo parecido a lo que ayer se vivió con el «khat»: la nueva droga incautada en el aeropuerto de Barajas y que los medios de comunicación anunciaron a bombo y platillo. «Nueva droga incauta». No hay mejor márketing para los deseosos de vivir experiencias que la incautación de una sustancia prohibida. Así creo que debió extenderse la heroína: no hay mejor marketing para un cierto número de personas que ése, precisamente. Ved si no los anuncios que se pueden ver en España contra el consumo de hachís: ¿verdad que parece que lo están promocionando?

Bien, pues este tipo de marketing, obviamente, no funcionaría en una mujer de cierta edad, que no busca experiencias sino salud. ¿Qué inventamos?

Hace ya unos cuantos años -cuando me di cuenta cómo los gabinetes de marketing de las propias farmacéuticas creaban la necesidad de las enfermedades- vi, como otros pocos, la creación de la menopausia como enfermedad y la extensión de una droga para combatirla. Al igual que los yonquis de los años 80 y 90 no supieron ver cómo caían en la trampa tendida por los Iluminati, 40.000 mujeres españolas han sufrido las consecuencias de un fármaco, Agreal, que ha sido finalmente prohibido. Lo que en un principio iba a ser la panacea para los simples sofocos asociados a este hecho natural se ha convertido en un peligroso desestabilizador de la conciencia, que ha provocado múltiples suicidios. ¡Ojo! que en Latinoamérica todavía se vende…

Miguel Jara, el excelente investigador de «Traficantes de salud» tuvo un encuentro el pasado sábado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid con algunos prebostes de la industria con los que polemizó a cuenta de estos temas. Leedlo en su blog.

En esta estupenda animación sobre la FDA (Agencia del medicamento en Estados Unidos), se hace una gran parodia entre los accidentes y los medicamentos. En pocas palabras (está en inglés), los investigadores de los accidentes de tráfico se dan cuenta de que siempre que hay uno, aparecen rastros en el asfalto (los síntomas). Por eso, deciden acabar con los rastros, recubriendo el asfalto de una sustancia deslizante (las medicinas) que crea todavía más accidentes… Estaría muy bien traducirlo…