Las fuentes rusas que informan a Sorcha Faal afirman que varios generales de alto rango norteamericanos, unidos a Condolezza Rice, se han entrevistado con la cúpula rusa en Kazajistán para impedir la guerra total en el Planeta Tierra. Según estos informes, la crisis planetaria habría sido planificada por fuerzas británico-israelitas (al igual que afirma Lyndon Larouche) para impedir que las fronteras del estado de Israel vuelvan a como estaban antes de la guerra de 1967. Siempre según estas fuentes, Ehud Olmert, el ex primer ministro israelí, ha tratado a toda costa que Rusia no arme a sus enemigos Irán, Siria y Líbano, temiendo las represalias de estos países ante el anunciado ataque israelí que no habría sido apoyado por George Bush por las consecuencias para las bases norteamericanas en la región.
Israel (con Tzipi Livni al frente) está convencida de que, gane quien gane en las elecciones norteamericanas, continuarán con sus planes, de ahí que hayan expresado su total apoyo a Barack Obama (declarado sionista).
A todo esto, un veterano norteamericano de la I Guerra del Golfo ha afirmado que se lanzó una bomba atómica en aquella guerra.
En una acción que parece totalmente coordinada, salen a la luz varios traductores de la NSA (agencia de espionaje de las telecomunicaciones) que revelan que han estado espiando a los propios mandos norteamericanos del ejército en sus llamadas personales. Me parece claro que estas revelaciones (como la del jefe de los Delta Teams que confesó que le ordenaran dejar escapar a Bin Laden) tienen un objetivo: provocar una rebelión del ejército de los Estados Unidos.
