Sobrino de Julián Grimau: «La actuación de Garzón sobre la Guerra Civil es una bandera falsa»

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Un sobrino nieto de Julián Grimau (dirigente comunista ejecutado por Franco y, seguramente, uno de los iconos políticos más importantes de la dictadura), actualmente dedicándose al periodismo de investigación, ha realizado unas duras declaraciones contra el juez Garzón por remover la guerra civil justamente en estos momentos.

«Garzón es una herramienta del Nuevo Orden Mundial que busca dividir a los españoles para esconder el golpe de estado que supone nacionalizar las pérdidas de los bancos y permitir así que se acepte el nuevo orden económico que le subsigue», ha afirmado el periodista Rafael Palacios López Veléz GRIMAU desde su página web, rafapal.com, líder española en la fusión de la política oculta con la espiritualidad, con 100.000 lectores mensuales. «Tiene cojones que Iñaki Gabilondo, desde su tribuna en la cadena «Cuatro»,  incite a la revancha entre los españoles mientras aplaude las falsarias declaraciones de Emilio Botín sobre el «derroche de los banqueros» cuando el director del Banco Santander fue juzgado por llevar una doble contabilidad en su banco a través de las «cesiones de crédito». Gabilondo es el colmo de la desvergüenza, teniendo en cuenta que banqueros como March financiaron el levantamiento de Franco y, sin duda, una de las mejores armas de los banqueros ejecutando el ‘Divide y vencerás», ha afirmado Rafapal desde su blog, añadiendo: «sólo los más tontos de entre los izquierdistas seguiran esa ‘bandera falsa’ ahora que Todos nos debemos unir para exigir un sistema monetario real, y no basado en la deuda. Remover ese tema ahora es una clara estrategia para evitar la movilización popular ante el golpe de estado mundial que los banqueros pretenden con el nuevo «Bretton Woods».

El citado Rafael Palacios, conocido como «Rafapal» en Internet, se hizo famoso por anticipar el atentado del 11-M una semana antes de que ocurriera, acusando después a los servicios secretos sionistas, englobados en la Red Gladio de ejecutar el atentado. Pese a sus cruciales advertencias, ninguno de los jueces instructores del caso se atrevió a que declarara sobre sus conocimientos acerca del terrorismo internacional y las sociedades secretas.