General, Historia oculta — 11 noviembre, 2008 at 4:42 pm

Las huellas del demonio en Jerusalén: signos Iluminati-Rothschild

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A lo largo de estos años, y a medida que yo mismo lo descubría, os he contado cómo la creación del estado de Israel era un proyecto diseñado (como mínimo) en el siglo XIX, por el periodista austriaco Teodor Herzl, que contó con el apoyo de los banqueros Rothschild para ponerlo en práctica. La creación (artificial) de la Primera Guerra Mundial terminó con los primeros asentamientos de judíos askhe-nazís en Palestina, patrocinados por la casa Rothschild y la Segunda, después de colocar a un «Sadam Hussein» (llamado Adolf Hitler) en el gobierno de Alemania, con el sacrificio de judíos a Jehová (denominado en el Antiguo Testamento como «holocausto»: ver Deuteronomio) y la creación del estado de Israel, con fondos de los banqueros. No por casualidad, la efigie de Meyer Amsfeld Rothschild aparece en el billete de 500 de este estado.

Ayer, volví a leer un artículo de un judío llamado Jerry Golden, en el que explica, gráficamente, los símbolos Iluminati en la ciudad santa de Jerusalén, lo que supone la prueba palmaria de que todo este gigantesco -y milenrio- embrollo es la preparación para la llegada del Anticristo, que deberá sentarse en el trono de esta ciudad.

Golden comienza explicando cómo los Rothschild financiaron y dirigieron la construcción del Tribunal Supremo de Israel, en Jerusalén, y lo plagaron de símbolos Iluminati, comenzando por «El ojo que todo lo ve», que podéis ver en lo alto del edificio de la izquierda.

Más abajo, una cruz invertida formada por las escaleras y un típico obelisco egipcio.

Al parecer, los Rothschilds dieron varias órdenes para la construcción del Tribunal Supremo israelita, entre ellas, que fuera diseñado por arquitectos bajo su control y en los terrenos que ellos decidieran (Ver foto más abajo de una reunión en la que se concibió este edificio).

Siendo así, no deberá extrañar a nadie que los propios Rothschild pusieran placas con el símbolo de esta familia, poseedora del 80% de las tierras de ese estado. (Ver más abajo, foto en la que aparecen, aparte del representante de la familia Rothschild, Simon Peres e Isaac Rabin).

Golden explica gráficamente cómo la numerología iluminati se encuentra

en el edificio: tres capas de escalones componen el número 30, que deja al visitante delante de una biblioteca con tres niveles diferentes, los tres niveles de maestría en el mundo Iluminati, que deja el número en 33. Oficialmente, el primer nivel es sólo para «abogados», el segundo para jueces en ejercicio y el tercero, para jueces retirados.

En este nivel hay un ventanal desde el que se contempla el Templo de Jerusalén, supuestamente construido con las piedras del templo originario del Rey Salomón.

La pirámide mencionada anteriormente

conecta, a través de «líneas ley» con enclaves significativos de la ciudad como la calle Ben Jehuda o el Museo Rockefeller (sí, Rockefeller tiene un museo en Jerusalén).

Hay cinco salas de justicia en la parte inferior, cada una de ellas, precedida de un símbolo de tumba judía. La sala central tiene unas escalerillas con la forma de una vulva, otro símbolo pagano usado por los Iluminati de Baviera. Con toda seguridad, si analizáramos la simbología de los Tribunales Supremos de otros países, nos encontraríamos con cosas muy parecidas a las descritas en el de Israel. La decoración en el piso y en las paredes, así como el número de escalones y la orientación están pensados al milímetro, como ya describí en un artículo anterior sobre Washington DC.

En Israel se ven símbolos como los de más abajo en una plaza y placas tan significativas como la que podéis ver al final. Definitivamente, Israel es una delegación de la Casa Rothschild.