Me llegan comentarios de que hay personas bloqueadas por el giro «reptiliano» que ha tomado este blog. Os cuento que el momento que ahora vivimos en la investigación «de vanguardia» gira en torno a si todos los extraterrestres son buenos o no: reptilianos, grises, etc. La última entrevista de Proyecto Camelot a Steven Greer gira en torno a este tema. Personalmente, ha sido un tema que todavía contemplo con distancia pero al que no me puedo abstraer sólo porque me parezca «marciano». Está ahí y hay muchas personas que están afirmando su validez.
Está claro que, igual que mucha gente no comprendió lo que pasó el 11-S hasta… ¿2004? 2005?, ¿2006? ahora hay gente que este tema le va a bloquear, igual que no comparten los mensajes canalizados que nos llegan. Sin embargo, este es el signo de los Tiempos: yo no canalizo ni he tenido experiencias de contacto pero investigo esas informaciones como otras más «terrícolas». Que yo no tenga esa capacidad no invalida que otras personas las tengan.
Cada uno tiene su ritmo y a nadie se le puede obligar a seguir este frenético ritmo al que vamos, pero en este máster acelerado hasta el fondo de la madriguera del Poder no podemos esperar a que los retrasados cojan el ritmo ni preguntar a nadie si el camino elegido es el correcto. Nos hemos metido en el castillo del Poder y vamos buscando por las habitaciones el Secreto final: abriremos todas las puertas hasta que demos con el «Máster», el que gobierna todo esto.
Seguro que nos equivocaremos pero hay que abrir todas las puertas hasta que demos con la adecuada. Como le he comentado a un buen amigo, no hay ninguna obligación de seguir este camino conmigo, el que sea valiente y no tema al «qué dirán», que siga, y el que no, que guarde los territorios conquistados (que es una gran labor). Hay momentos en que los amigos se tienen que separar… hasta que los caminos los vuelvan a juntar.
Estamos muy cerca del final y algunos tenemos que atrevernos a jugárnosla. Lo contrario (vivir d las rentas adquiridas) sería sinónimo de aburguesamiento y disfrutar de los aplausos y las palmaditas en la espalda.
Asumo todos los errores que pueda cometer y pido perdón desde ya por los que cometa, pero no me puedo parar para contentar a nadie, ni aunque sean personas a las que aprecio.
Por una vez, me voy a permitir el lujo de dar un consejo: estas son épocas en las que hay que saber vivir «en la duda». Estamos viviendo el cambio de una Realidad a otra y no hay nada claro. No pretendáis saber cuál es la Verdad cuando estamos accediendo a los secretos guardados durante 13.000 años. Todos estamos buscándola y no creo que nadie tenga el patrimonio de esa Verdad. Somos buscadores. «No sé pero estoy abierto a saber» es una respuesta muy válida hóy día. Recibir información sin conocer cuánto se acerca a la Verdad, sin rechazarla ni afirmarla: dejarla en el «disco duro» e interpretarla posteriormente (cuando hablamos de estos temas, claro, hay otros más claros, por supuesto). Esa es mi fórmula. Que cada quien haga lo que dicta su conciencia.
