Ciencia, General — 25 septiembre, 2009 at 4:48 pm

Otras explicaciones a la tormenta naranja en Sidney: Ejercicio de HAARP y la NASA, cola del cometa NEAT

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Todos habréis visto las increíbles imágenes de ayer de Sidney envuelta en una nube de polvo naranja, explicada en base a una inusualísima tormenta de polvo del desierto. Frente a esta explicación, los científicos rusos están advirtiendo del paso por nuestro sistema solar de un gigantesco cometa llamado NEAT cuya poderosa cola eléctrica habría provocado una súbita pérdida de la magnetosfera (capa magnética) terrícola. Al mismo tiempo, recuerdan las ancianas leyendas en las que se han relatado similares insólitos acontecimientos de este tipo de tormentas de polvo, en la línea del científico disidente, Velikovksy, y la teoría del «Universo eléctrico». De acuerdo a esta teoría, lo vivido en Sidney sería «el polvo ferraginoso oxidado» que portaría el citado cometa.

Pero hay más explicaciones diferentes a la teoría oficial del polvo del desierto. El equipo del Starviewer Team está analizando diferentes anomalías en el espacio acaecidas en las últimas semanas, incluyendo rayos X y rayos de protones a tutiplén. Han quedado en informarme en breve. De momento, os cuento otra de las teorías para explicar este inusual acontecimiento.

Varias noticias que han corrido en los últimos meses, avisaban de que la NASA iba a lanzar óxido de aluminio para crear nubes artificiales en las capas más altas de la atmósfera, por medio de una nave Black Brant XII suborbital cohete sonda de cuatro etapas. (Sé que el aluminio no es naranja precisamente, pero, ¿y el óxido). Las noticias que anticipaban hace ya un mes este experimento de la NASA lo situaban en torno a las fechas del 26 y el 20 de septiembre, con lo que nos encontraríamos en las fechas en que sucedió la tormenta naranja de Sidney.

La información que he leído y os linko a continuación no explica la razón de este experimento, más allá de «crear estas nubes artificiales» aunque fácilmente podríamos intuir una relación con los famosos chemtrails y la creación de un escudo artificial contra las radiaciones solares. Todo ello, por supuesto, sin el conocimiento de los ciudadanos, no sólo de los Estados Unidos, sino, como se ha visto a tenor de lo ocurrido en Sidney, de los del Planeta entero.

Como prueba de que los locos científicos que asesoran a los no menos locos gobiernos tienen ideas tan locas que ponen en peligro el orden cósmico, ahí va la última que se le ha ocurrido a la NASA; bombardear un cráter en el polo sur de la luna para encontrar agua helada. Esta locura está prevista para el día 9 de octubre. Creo que ahora empezaréis a comprender la importancia del Tratado sobre no proliferación de armas en el espacio, firmado por las grandes potencias hace ya años… y que está claro que Estados Unidos no piensa cumplir.