A este paso vamos a tener que repasar todos los dibujos animados («comiquitos» en Latinoamérica) de nuestra infancia para darnos cuenta cómo nos han manipulado mentalmente. Si hace unos días poníamos a Tom y Jerry, hoy tenemos a la Pantera Rosa.
Os juro que, de pequeño, sentía que había «algo más» en esos dibujos animados.
