General — 18 abril, 2011 at 1:07 pm

Retornando al Budas Factory: en el camino del descubriendo del 100% de mi ser

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Sinceramente, tenía miedo de que el especial trabajo que se está realizando en Sevilla para abandonar tu mentira interior y el personaje que gobierna tu vida, se convirtiera en una secta alrededor de su creador, Fulvio Carbone.
Ha dado la causalidad de que he aterrizado aquí mientras el genio napolitano se encuentra en su tierra y la grata sorpresa es que, ya, funciona solo. La gente de la casa ha asimilado el trabajo y el trabajo con los recién llegados (o los que llevan más tiempo) casi va solo.
Mi reencuentro tras nueve meses en los que muchas cosas en mi interior se han movido (con la materialización del Congreso del Amor Hombre y Mujer, incluido) me está sirviendo para reconocer que sigo evolucionando… aunque me queda todavía para alcanzar la Verdad interior y el estado de Felicidad que no cesa, que siempre he ansiado.
Ayer, en una dinámica de Osho que comenzaba con una respiración nasal arrítmica y fuerte mientras saltabas con los brazos arriba que te hacía sudar como un pollo y llegar al máximo corporal y ha desconectar la mente, después llegó la fase de soltar la Rabia y ocurrió el acto más catártico de estos 12 años batallando con la Oscuridad.
La cosa iba de soltar toda la rabia con chillidos, insultos y todo lo que sintieras. Evidentemente, me cagué en los muertos de los Iluminati, de la gente que nos pretende robar día a día la Libertad con su ley de la esclavitud. y por fin pude desahogarme de la rabia acumulada en toda mi vida. Al poco, era tal el griterío y la alegría que sentía al escuchar la rabia de los demás que no escucho que, por fin, me sentí liberado de mi labor (porque se atrevían a sacar su rabia) y me puse a llorar, a llorar la lágrima acumulada en años, meses, semanas, horas, minutos y segundos de rabia. A llorar a lagrimones, tanto, que no era capaz de seguir con la dinámica propuesta del grito.
Cuando me cansé de llorar por la rabia acumulada, me puse a reír. A reír de felicidad. Y sentí que así se acabaría, un día, todo. Con la risa. Riéndonos con este teatrillo satánico que hemos colaborado a montar con nuestra aquiescencia.
Después de una especie de masaje tibetano muy interesante, se montó un teatrillo en plan «V» de Vendetta en el que se creaba una representación teatral sobre tu «personaje». Había retumbar de tambores y se montaba una especie de entrevista periodística para sacar la mentira de ese personaje que interpretas y no eres tú. Esto es el Verdadero Periodismo, os lo aseguro como el «personaje» Rafa Palacios, que ha ejercido esa profesión durante más de veinte años.
Al primero, un profesor de filosofía que no se atreve a «dar el salto», le sacaron la cárcel en la que vivía, hasta reconocer que él mismo se la había construido con sus propias autolimitaciones. Las respuestas de este inteligente buscador, con una vida convencional, me resultaron la representación del miedo de gran parte de la sociedad al cambio y me sirvió para entender a la gente que todavía vive en la Matrix. Luego salió un buscador con «ego espiritual» al que le metieron mucha caña por sus viajes a la India y todo aquello de los coleccionadores de experiencias.
A mí, como os podéis imaginar, me metieron caña con el supuesto ego Rafapal aunque no encontraron mucho porque la verdad es que me cansa muchísimo por que me pregunten por el futuro cuando la realidad es que no tengo ni puta idea de lo que va a suceder a partir de ahora. Sí que acertaron a sacar mis miedos y mi implicación en el sufrimiento humano, y mi voluntad de superarlos.
No se puede hacer nada por nadie. El que se quiere despertar, lo hará y el que no, no. Lo único que puedes hacer es ser tú al 100%.
En fin, esto es una experiencia continua. La herramienta del despertar que necesitamos para dar el Gran Salto. No sabes lo que va a pasar a cada momento, lo único que sabes es que no vas a comportarte con automatismos.
Lo bonito es que muchos de los que hoy me están enseñando son lectores de mi página que vieron mi entrevista a Fulvio y hoy me están entregando lo que han aprendido. El Maestro se convierte en discípulo y siento una gran Justicia en que ahora Sergio o Gonzalo me regalen la conciencia en la que viven. ¡Yo lo he creado!
La Vida te regala con creces cuando das…