Opinión y Noticias Externas — 26 mayo, 2011 at 3:31 pm

El feminismo, la cárcel mental impuesta por Rockefeller a los revolucionarios: Por qué hay gente buena que vota a la Derecha

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Expresión de la ilusión de unos cuantos okupas que intentan ser "sexistas", es decir, relacionarse sexualmente con el otro sexo

(Este artículo se une a otros de autocrítica sobre la Re-Evolución de la Puerta del Sol. ¿Dónde está la infiltración?).

Pobrecillo. Teníais que haber visto al inteligentísimo anarquista que moderaba la Asamblea de Sol del otro día disculpándose una y otra vez porque pronunciaba la palabra «votar» en lugar de «consensuar». Le traicionaba el subconsciente. A cada rato. Claro que tenía que acordarse (él y todos los presentes) de hablar con los dos géneros (todos y todas) a cada momento. (Más disculpas).

Grandísima paradoja. Los supuestos defensores de la libertad no son libres ni de hablar espontáneamente. Tienen un software metido en la cabeza llamado «feminismo» que fue colocado por la familia Rockefeller, su mayor enemigo, y que consiste en hacer creer que el varón (y no los Banqueros Sionistas) es el responsable de la infelicidad y falta de libertad de la mujer. Y no lo saben. No se dan cuenta. Esa es la razón del inconsciente para que se frustren tantas parejas hombre-mujer y «triunfe» la homosexualidad.

Un par de amigos despiertos me comentaban estos días que no se veía ligar nada por la acampada, en medio de tanta gente joven allí reunida. No es extraño. La corrección política impide cualquier acercamiento entre hombre y mujer pues está condenado con la pena de «sexismo». (Ver foto que expresa el deseo frustrado).

Amigos míos, este es el gran problema. Esta, y no otra, a es la causa de que 10 millones de personas hayan votado al PP. ¿Cómo si no vais a explicar que 10 millones de personas voten a unos corruptos probados?  Las relaciones Hombre-Mujer, entre las que se incluyen, por supuesto, el movimiento en pro de la homosexualización, y el aborto.

Durante el comienzo de la acampada hemos vivido unos momentos en los que la derecha (lo masculino) y la izquierda (lo femenino) han estado a punto de salvar sus diferencias y convertirse en pareja. Lo masculino temió que amputaran las diferencias entre los sexos, es decir, que se impusiera la homosexualización inherente a la corrección política y por eso votó al PP. Entró el castrador feminismo en la acampada de la Puerta del Sol y la gente comenzó a irse. ¿Quién quiere vivir en un mundo en el que ser hombre es un delito y ser femenina es ser antigua? ¿un mundo en el que decir algo bonito a una mujer es delito de «sexismo»? Así estais, mis queridos anarquistas, más salidos que el pico de una plancha y sin saborear el más dulce de los placeres. ¡Vosotros, que creíais en la liberación sexual! ¡Menudo timo, troncos! ¡PERO NO OS DAIS CUENTA QUE LOS MISMOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN QUE SABÉIS QUE OS MANIPULAN, EXTIENDEN LAS BONDADES DEL FEMINISMO! (PRISA). ¡JODER, DE VERDAD…! ¡CÓMO VAN A DEFENDER LOS SECUACES DEL CLUB BILDERBERG UNA CAUSA JUSTA?

Mientras no asumáis esta cuestión, mis queridos revolucionarios, seguiréis en minoría y perdiendo una y otra vez. (Y vosotras, obviamente, seguiréis contemplando el amor de forma platónica porque el hombre de vuestras vidas NUNCA se atreverá a entraros. ¿Quién va a entrar a una cárcel de motu propio?).

Es muy fácil salir de esta cárcel: ¡compórtate de manera natural! ¡no sigas ese discurso mental que te hace desconfiar de tu compañero por ser hombre! ¡Fue Rockefeller quien lo colocó allí! ¡No dejes que la castradora mente gobierne tu vida y fluye!

La salida a este laberinto es muy sencilla: investigad quien fundó ambos movimientos (gay y feminista). Hacedlo de manera inocente y dispuestos a morir en el intento.

Hasta que no déis ese paso, el cambio será imposible.

Hoy inicio una encuesta sobre el tema. Podéis votar, perdón, CONSENSUAR.

Ved el vídeo en el que el mítico cineasta Aaron Russo relata cómo Nicholas Rockefeller le dijo que ellos habían fundado el movimiento feminista (en una conversación en la que le ofrecían formar parte del CFR).