General, Opinión y Noticias Externas — 9 julio, 2012 at 8:49 am

Tendencias: la fórmula sociológica de pronosticar el futuro

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Mucha gente, sobre todo de ciencias puras, desprecian la sociología por considerarla una ciencia «menor». Sin embargo, ayudada de la psicología de masas, es con seguridad, la mejor herramienta en manos de los vampiros.
¿Su arma? Generar tendencias sociales.
Seguramente habéis leído o incluso utilizado esa palabra en muchas ocasiones pero pocas veces os habréis parado a pensar en su significado. ¿Qué es una tendencia?
La respuesta más sencilla sería equipararla a una moda, pero tiene un significado oculto más profundo que es «aquello a lo que se tiende». En realidad, nada de lo que pueda inventar la sociología no se puede encontrar en el Tao en su hermano, el I Ching. Una observación aguda de la naturaleza nos enseña que todo son tendencias, que nacen, crecen, alcanzan su clímax, comienzan a decrecer y desaparecen. Como las estaciones. Lo único es que las estaciones vuelven cada año, y las modas desaparecen de verdad.
Evidentemente, hay tendencias generadas por la industria de la estética y del entretenimiento y hay otras generadas por la gente… que luego son captadas por la industria y reformadas. Esta es la manera del Sistema de mantenernos sumisos: integrar nuestras ansias de libertad, domesticándolas, digiriéndolas y devolviéndonoslas amaestradas, es decir, en formato «light». «¿Quieres liberarte a través de las drogas? Pues las vas a tener tan baratas que te vas a hacer adicto a ellas». «¿El sexo? ¿quieres liberarte de la represión a través de él? Pues acabarás sin poder vivir el amor de tanto que vas a gozar con él».
En realidad, la batalla por la Libertad es una lucha mental entre la élite que genera las tendencias y nosotros, que queremos liberarnos de ellas para ser nosotros mismos.
En los últimos 13 años he contribuido a generar la tendencia de desconfiar de todo lo que te diga el Poder y buscar una explicación alternativa que encaje con la Realidad. Hoy la «conspiranoia» es una tendencia poderosa. De hecho, es la tendencia ganadora en Internet. Ya no tenemos oposición. En cuanto se juntan dos conspiranoicos en un foro con suficiente información, los borregos amaestrados huyen como los vampiros de una ristra de ajos. Es una tendencia innegable.
En estos 13 años he visto cómo la gente quería asesinarte cuando sugerías que el 11-S lo hizo el propio gobierno y hoy ya no hay oposición. Así con casi todos los temas.
Pero lo más grande es lo que está pasando con el movimiento gay. Después de 5 meses en la calle de La Conspiración del Movimiento Gay, os puedo decir que la tendencia a considerar lo gay como superior al amor hombre-mujer ha superado su clímax y comienza a declinar. La gente comienza a preguntarse por qué su amigo, su hermano o su hijo se han hecho mariquitas y ven que lo que cuento en el libro tiene sentido. Todo el Sentido.
Tan grande ha sido el impacto que intentan lanzar nuevas ideas para contrarrestar el irrefrenable impulso de la Verdad. En esta página, dan cuenta de un investigador italiano que propone (sin ninguna prueba, obviamente) que las madres y tías de los homosexuales son más fértiles, luego tienen más hijos, lo que compensaría el haber parido hombres estériles. No me pidáis que os lo explique mejor porque el problema viene del absurdo mismo de la tesis. De la tendencia.
El sistema de gobierno de la Humanidad también es una tendencia. Mal que bien, a lo largo de los últimos 13.000 años se ha mantenido su legitimidad mediante una suerte de conjuros o mentiras esotéricas que han sido creídas por la masa pero ahora han caído. Y me refiero sobre todo al dinero y a sus manipuladores, que son los mismos que han tenido acceso directo a «dios» (su dios). Ellos son los que han creado tendencias como el préstamo con interés, las acciones, obligaciones, derivados, etc. Porque la economía (y la bolsa) es otra Tendencia. Los que saben, son capaces de ver por dónde va la tendencia y compran o venden en el momento oportuno, después de estudiar a la masa, «a los borregos y los pollos a los que hay que esquilar o desplumar» (así se conocen en el argot de los brokers).
La legitimidad es la base del consentimiento de una ciudadanía; de la aceptación de que sus gobernantes hagan uso de los medios de represión para mantener el orden social, en base a una ley comúnmente aceptada. Esto os podrá parecer una gilipollez abstracta pero, en el momento en el que la legitimidad de un sistema político desaparece y los ciudadanos dejan de confiar en su ley, ese sistema está condenado a desaparecer.
Así han caído imperios a lo largo de la historia.
Y como la tendencia es así, así acabará éste.
Lo único que falta por saber es si será el propio sistema el que cree su sustituto o si la próxima civilización será organizada bajo otros valores y por otras personas.
Pero la tendencia es clara. Esta Civilización ha terminado porque ha perdido su legitimidad y el 21 de diciembre del 2012 debería (debería) haber un cambio de Tendencia, el comienzo de un cambio de tendencia.

El último golpe ha sido el Bosón de Higgs: la demostración por parte de la Ciencia, de la existencia del éter, es decir, de la energía que todo lo impregna. Es decir, de Dios.

Este descubrimiento marca el fin de una civilización (y el alumbramiento de otra).

Así de fácil y así de contundente.